En los 90 hubo tal apabullante serie de grandes bandas que a veces resulta incluso difícil reivindicar a todas las que se lo merecen. Unos que han caído en el olvido son Lemonheads, irregular banda que tras firmar tres brillantes álbumes fue llevada por Evan Dando al éxito comercial y a las drogas. Ellos siempre optaron por una fórmula sencilla de pop con guitarras, lo que se conoce como power-pop aunque insertado en el ambiente del rock independiente. Ahora uno de sus artífices, el guitarrista Ben Deily ha formado una nueva banda y pretende seguir esa senda, emulando a grandes creadores de melodías como Beach Boys, Big Star, Replacements o Fountains of Wayne.
El comienzo urgente de «Skinny Ties» ya remite a los grandes Hüsker Dü con su velocidad áspera aunque melódica. También nos acordamos de Soul Asylum, dado el parecido con la voz de David Pirner. El sonido de patrón «college-rock» continúa en «Billy Ruane» o «Summertime» y se muestra realmente efectivo en «Miles of Ocean» sorprendiendo con ansiedad melódica a medio camino entre Placebo y la rabia residual del punk de la ya citada banda de Bob Mould.
En resumen, Deily muestra que su talento compositivo permanece fresco tras quince años de inactividad musical. No obstante «For Crying Out Loud» quedará como un disco agradable que no aporta nada en especial más que nuevas canciones en la tradición del género. Tal vez los amantes del descafeinado punk-pop actual puedan sacar algunas conclusiones de un disco que cumple con sencillez y sin una gran producción.