De las entrañas de los grandiosos Nine Inch Nails, salieron dos hijos bastardos, Richard Patrick y Chris Vrenna, que demostraron que eran mucho más que músicos al servicio del talento de Reznor. Mientras el primero sorprendió gratamente con tres maravillosos discos entre tanta bazofia nu-metalera, Vrenna, bajo el pseudónimo artístico de Tweaker se dedicó a producir y a realizar remixes a artistas de lo más variopinto (Bowie, U2, Nelly Furtado, Rasputina…) a la vez que creó la banda sonora del videojuego American Mcgee’s Alice (mientras Reznor hacia lo propio con el revolucionario Quake). En el 2001 ávido de nuevas experiencias creativas y cogiendo como punto de partida la pintura de Joe Sorren, «Elliot’s Attraction to All Things Uncertain», se lanzó a crear este álbum.
TATATU (simpática abreviatura del disco, no confundir con el extinto dúo lésbico ruso) engloba rock y música industrial salpicada de electrónica en un contexto entre luces y sombras. El ex-batería quería sonorizar las imágenes de Sorren y los 13 cortes del álbum reflejan la ansiedad, la tensión y la incertidumbre que el pintor recrea en sus obras. El disco se abre con Linoleum donde David Sylvan pone su melancólica y susurrante voz acompañada por tranquilos sonidos electrónicos con los que Vrenna envuelve el corte hasta que la aparición de pesadas guitarras y quiebra la tranquilidad imperante para más tarde volver a caer en la tenue atmósfera anterior. Siguiendo a este gran inicio, van Years From Now y Swamp, dos cortes instrumentales, donde en el primero suena más electrónico y perturbador, y el segundo más industrial y guitarrero. La cuarta canción, con la colaboración de DJ Swamp, demuestra a un Vrenna que combina el trip hop con bases industriales, ya que en Turned mete scratches dentro de una fábrica en pleno funcionamiento.
Como no podía ser de otra manera, Will Oldham contribuye con su atormentada garganta en el quinto tema, Happy Child, donde de nuevo esa combinación de dark-techno seduce por méritos propios con su olor melancólico, siendo una de las mejores canciones del disco. Asfixiante y oscura se nos presenta la instrumental The Drive-Bye, nada nuevo bajo el sol pero resultón puente entre las voces Oldham y Craig Wedren, que pone alma a Take Me Alive, emocionante canción que abre una ventana para que entre tanta oscuridad se observen pequeños rayos de luz. Más que notable intervención de Wedren que repite en After All, canción más arrastrada, opaca y triste que la anterior pero con un estribillo apoteósico con coros más optimistas y militar batería. Difícil elección entre las dos canciones interpretadas por Mr. Wedren.
Dentro de la variedad musical mostrada dentro del disco se encuentra Microsize Boy una canción con regustillo a electrónica de los 80’s con esos marchosos robots como cantantes, recordando a los Daft Punk de «Around the World». Susan, Full Cup of Cofee y Empty Sheet of Paper son de nuevo tres canciones instrumentales, que siguen la pauta oscura de casi todos los cortes de TATATU. Susan fantasmagórica y de atmósfera cargante se contrapone al minimalismo sonoro exhibido en Full Cup of Cofee y Empty Sheet of Paper (un pesado bajo dentro de una telaraña paranoica drum n’ bass ). Para finalizar el disco se nos presenta un down-tempo de extraño aire techno coqueteando con jungla, donde de nuevo un parlante robot se hace con el timón de la canción.
Como no podía ser de otra manera queda confirmado que Trent Reznor se alía solo con grandes músicos. Vrenna con un disco no excesivamente innovador pero lleno de talento se aleja del sonido más duro de la época de «Head Like a Hole» y de la órbita NIN, para ofrecernos pinceladas de calidad de un artista muy interesante y como demuestra la salida de su segundo disco al mercado, 2 am Wake Up Call, con ganas de demostrar todo lo que encierra en él.