Quién sea seguidor del rock industrial, el nombre de Chris Vrenna le sonará por los años que acompañó a Trent Reznor como batería de Nine Inch Nails. Tras trabajar con Marilyn Manson, David Bowie o Cold y dedicarse a remezclar otros artistas de primera fila, en 2001 compuso la banda sonora del videojuego American McGee’s Alice. Su carrera en solitario terminó de tomar forma con The Attraction To All Things Uncertain un debut discográfico inspirado en el pintor abstracto Joe Sorren uno de cuyos cuadros establecía el marco temático del disco.
Para este nuevo disco, sigue fiel al artista, con una portada que guarda similitudes, si bien resulta notablemente más sombría y extraña. 2 a.m. Wakeup Call propone una excursión a través de las horas de una noche cualquiera. Una noche en que la electrónica se alía con el rock alternativo y los toques industriales, más esporádicos de lo que pudiéramos pensar, se encuentran con la afección ochentera. Una noche donde nada es lo que parece y el compositor no canta sino que junto al guitarrista Clint Walsh ejecuta toda la música mientras una larga lista de invitados desfilan por el escenario.
Ruby es una delicada pieza que a través de una instrumentación sobria y la frágil voz de Wild Oldham comienza a adentrarnos en el inquietante viaje nocturno que nos propone Tweaker, texturas que la misma canción se encarga de romper a través de puntuales estallidos industriales a modo de estribillo. Tal vez por su fecha de edición nos llegan ecos de las más apacibles composiciones de Billy Howerdel para el segundo disco de A Perfect Circle. Le sigue Cauterized, un corte instrumental cuya atmósfera vale por si misma su peso en oro, los susurros en la particular noche de Chris Vrenna.
Worse Than Yesterday es interpretada junto a Mellowdrone, con la sensibilidad que se presupone a una banda que cabalga entre Radiohead y Death Cab For Cutie aunque aquí muy afectados por los pianos de los decadentes y neorrománticos ochenta. Una línea similar aunque sólo en el aspecto vocal sigue Truth Is, ya que aquí el protagonista no es sino Robert Smith que arrastra sus lamentos y deseos a través de los beats creando un ambiente cabaretero y retorcido.
Algo de efectismo electrónico íbamos echando de menos, pero Remorseless toma las riendas de los secuenciadores para ofrecernos un momento más «raver» sin que eso signifique una ruptura con el concepto noctámbulo del disco. Inesperada colaboración la que protagoniza la voz de David Sylvian conocido cultivador del rock progresivo con Japan y de tesituras más ambientales en su carrera posterior. Es pues Pure Genious un elegante e hipnótico tema de bar que podría ilustrar las andanzas del próximo protagonista de un film de David Lynch.
La calma se hace histrionismo en el místico y pegadizo estribillo de It´s Still Happening, que por otra parte es lo único que canta aquí Hamilton Leithauser, de los de indie-rockers The Walkmen, entre un marasmo de descargas electrónicas que dotan al tema de un ritmo muy marcado y adictivo. 2 a.m. nos da una buena pista de que Chris Vrenna se interesa por mucho más que el rock industrial, dado que este dilatado ejercicio ambiental toma el nombre del propio disco. Interesante resulta Movement Of Fear, versión de Tones on Tail (banda de goth-rock paralela a Bauhaus) ejecutada con dosis extra de estridencias arabescas.
Es pues, 2 a.m. Wakeup Call un soplo de aire fresco en la música actual. Innovador por varias razones, como la indeterminación que lo sitúa entre la electrónica ambiental y el rock alternativo, la elección de un elenco de voces muy contrastadas y personales o el conceptualismo sin demasiadas pretensiones pero milimétricamente conseguido. Pero sobre todo descubren para sí mismos una fórmula que aún puede ser explorada en mayor profundidad dando lugar a infinidad de combinaciones. Vrenna ha pasado de trabajar para satisfacer a otros a realizar su propia satisfacción en forma de disco. Esperemos que aún no haya quedado complacido del todo.