El grupo con mejor imagen de cara al público del tan denostado nu-metal muy probablemente sea este cuarteto de Los Angeles con ascendencia armenia. Y es que con S.O.A.D. y sobre todo con Toxicity han firmado una de las páginas más interesantes en cuanto a los sonidos duros del metal actual. Con más deudas de Anthrax o Slayer que ninguno de sus contemporáneos, han sabido crear un cóctel demoledor e igualmente sugerente. Por sorpresa nos ha llegado este Steal This Album!, con peculiar historia por detrás. Son temas antiguos, algunos descartados en las sesiones de Toxicity que alguien filtró a Internet y como no estaban mezcladas ni su calidad era buena, el grupo decidió regrabarlas para que la gente al menos las tuviese bien, como ellos piensan que deberían ser. Precisamente por esa concepción de que eran descartes, no había demasiada expectación, pero en cuanto ha salido en la red se ha armado un revuelo tremendo. A la gente le ha encantado y muchos han mostrado su sorpresa de que el grupo no pensase inicialmente en publicar estos temas. Mucho se ha hablado del álbum en cuestión en pocos días y no falta quien ha apuntado que el disco es incluso superior a su ya célebre segundo disco.
La verdad es que el disco bascula entre sus dos entregas previas, combina el hardcore desenfrenado que imperaba en SOAD y los temas que aúnan una gran riqueza estilística, más propios de Toxicity. Hablemos antes que nada, de potenciales singles, temas perfectos y fácilmente audibles. A primera escucha, el segundo corte, Innervision se revela como perfecto candidato. Lo mismo podemos decir de la épica y heavy Ego Brain, la más movida Streamline también con una atmósfera y guitarras heavies intachable o Highway Song, mostrando facetas inéditas en el grupo y poniendo de manifiesto su crecimiento continuo y es que aunque estas canciones sean viejas se nota que están actualizadas. El resto, trallazos de hardcore bruto unos más inspirados, otros menos, pero en el peor de casos divertidos como Fuck The System que recuerda al X del disco anterior, la que abre el disco, Chic´N´Stu y siempre combativas o paranoicas como Boom!, ADD o Pictures.
Referencias a los arabismos en la voz de Tankian como I-E-A-I-A-I-O mezclados con bromas (esas notas del Coche Fantástico) y alguna más sosegada del tipo de Mr. Jack. Pero la que pone la guinda al disco, parando su trayectoria arrolladora y de paso poniendo al oyente los pelos de punta es la balada que cualquier grupo de rock quisiera firmar. Estamos hablando de Roulette, hermosísimo tema con sección de viento, guitarra acústica y coros magistrales, algo que jamás esperamos de ellos, pero en vista de como lo bordan, deberían repetir el formato. Sublime y que merece ser el single, aún a riesgo de que les tachen de ablandarse y tonterías de esas que suelen pasarle a grupos como este cuando alcanzan el techo en cuanto al público del rock se refiere. Y es que, en la página web oficial de SOAD, se definen como «heavy mental», un calificativo que les viene como anillo al dedo.
En lo que toca a la estética del disco, el grupo juega con el concepto de disco pirata y tanto la portada como el CD tendrán una imprimación que simulará a la hecha con un rotulador en cualquier disco casero. El tracklist no se incluirá y para acceder a él habrá que conectarse con el original a Internet y supongo que a más extras, que cuando escribo esto el disco aún no ha salido en nuestro país. Un nuevo disco de SOAD casi con todas las de la ley, que dada su calidad merece realmente la pena. Así que, seguidores de de la banda, conseguidlo y si es necesario robadlo. Al fin y al cabo, tenéis la excusa perfecta: «El disco me incitaba señor segurata».