/Reseñas///

Strokes – First Impressions Of Earth

Strokes - First Impressions Of Earth portada
RCA, 2006
Productor: Gordon Raphael
Banda: Casablancas, Hammond, Jr., Valensi, Fraiture, Moretti

Géneros: ,

5.9

Apunten esta historia porque tal y como va la industria musical posiblemente se repita mucho en los próximos años. Banda de niñatos a la que les prometen el oro y el moro, sacan un disco hiperinflado, aguantan bien el tirón con un segundo en la línea y triunfan en festivales de medio mundo. La banda se hace mayor, sus miembros quieren crecer como artistas y todo eso. Lógico ¿no? Lamentablemente para los Strokes, si por algo se hicieron un hueco en la escena, (aparte de la promoción desmesurada y el tráfico de influencias, quiero decir) fue por su sencillez sin complejos.

Esto quiere decir que ni sus fans de andar por casa, ni los de andar por redacciones desean pretensión artística alguna por parte de los neoyorkinos. Y esto incluye temas más rockeros, baladas más sentidas, estructuras sorpresivas, instrumentaciones exóticas que vayan más allá de los teclados saltarines o lo que sea. En 2006, lo que ellos quieren no lo tienen los Strokes… lo tienen Arctic Monkeys.

Por no obviar que el disco tiene grandes momentos, es de decir que arranca realmente bien con el adictivo riff de «You Only Live Once» y pasa por momentos brillantes como la precisión instrumental de «Heart in a cage», que muestra un importante crecimiento como músicos lejos del rock de garaje o los aires tropicales y placenteros de «Razorblade», pop a la altura de sus grandes temas. Entre estas se encuentra el primer single, la forzada «Juicebox», un chirriante intento por endurecer su sonido y sofisticarlo con cambios de estructuras y Casablancas se desgañita un poco.

«On The Other Side» con su linea rítmica de bajo inicial presagia algo bueno, pero termina decepcionando al punto que uno se pregunta si la voz de Casablancas, ya la imposte más o menos, es un pesado lastre para la banda, al menos a la hora de crear algo ambicioso y heterogéneo. La cosa extraña cuando los temas más resultones no suenan a ellos mismos. Así ocurre en la postgrunge «Vision of Division» con deudas nada menos que de Muse, banda generalmente maltratada por los mismos que se palparon escuchando a Strokes en su día o el devaneo progresivo de «Electricityscape», tal vez lo más disfrutable del disco por otra parte.
En la segunda parte del disco «Ize of the World» pasa la criba con los ingredientes de siempre llevados a un tono levemente más oscuro y rabioso y «Red Light» cierra de forma correcta. Pero a malas, nos dejan indiferentes con rellenos como «15 Minutes» (¿los que les quedan en el negocio?) o «Evening Sun» y nos castigan con insustancias eternas como «Killing Lies» o en especial «Ask Me Anything», que despierta auténtico odio hacia el timbre del vocalista. En «Fear of Sleep» lo intentan pero ni su supuesta épica consigue remontar el aburrimiento.

El quinteto siempre contó con detractores desde el primer momento. El gran problema es que sólo se les podía acusar de revisionismo, algo de lo que hoy en día pocos elegidos se pueden librar. Gustasen o no, las canciones eran como mínimo entretenidas. Por fin Strokes nos han dado el disco mediocre y tedioso que bien merecido tienen quienes les lanzaron desde la prensa. Por tanto su gran drama es que esta vez no figurarán ni entre los discos del año, ni entre la canción del año. Si pretenden continuar, deberán buscarse nuevos aliados.

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1 de enero de 2006