Prepárense para un nuevo asalto sonoro. Some Girls hacen su aparición por primera vez en disco largo (por decir algo) para Epitaph. Nada más lejos del melódico sonido del punk californiano aquí. Brett Gurevitz lleva años demostrando carácter empresarial en esto del rock. Así, el sello ha salido airoso de beneficiarse de bandas con vitola emo y en este caso, tampoco podían dejar de aprovechar el sonido del hardcore terrorista y punzante que desde hace años han venido popularizando bandas como Dillinger Scape Plan, Botch o Converge. O también podríamos hablar de bandas de las que proceden sus miembros como The Locust, American Nightmare, Plot to Blow the Eiffel Tower o Unbroken.
Some Girls pretenden brutalizarnos con su música. Algo que consiguen desde su primer estallido punk en la obsesiva Beatiful Rune. Hot Piss se sitúa próxima al hardcore seminal de los 80 y es importante dar cuenta de ello, ya que, a diferencia de otros compañeros de generación, no parecen esconderse en coartadas intelectuales (a pesar de que su música también tiene su lado experimental) sino que, a menudo recogen varios de los clichés macarras del punk-rock más auténtico. Así se muestra en las combativa You´ll Be Happier With Lower Standards o la terminal Totally Pregnant Teens.
No dudamos que Some Girls escuchan a clásicos del punk y el hardcore. Y podríamos decir más, ya que el disco incluye una interesante versión de Religion II de PIL, banda post-punk que Johnny Rotten formó tras los Sex Pistols. Seguramente lo que más se sale del sonido característico de la banda, aunque encaja bien en la agresividad del conjunto. Al menos no desentona demasiado con Skull´s Old Girlfriends y Retard and Feathered, más allá del cambio evidente de revoluciones.
Y de repente nos damos cuenta de que se acaba. Bien por la brevedad, ya que por la propia naturaleza de su música, es preferible que el oyente lo escuche otra vez intentando sacarle el posible gusto melódico, que crisparnos con 70 minutos de difícil digestión. La banda ha tomado un camino más … que sus anteriores entregas pero lo que está fuera de duda es que Some Girls ha entregado un disco de thrash-punk retorcido, oscuro e irreverente hasta lo diabólico. No hay más que ver la monja embarazada de la portada.