Repetirse o huida hacia adelante. Este es el típico dilema al que muchos artistas se enfrentan en cada disco. Con dos obras en el mercado orientadas a los ritmos cabezones y sonidos maquinales a martilleante cadencia kraut-rock, The Soft Moon marcaron un estilo propio y muy sugerente basado en el sonido pero que relegaba la canción a un segundo plano. Llámese madurez o imposibilidad de mantener el impacto pero Luis Vasquez, el hombre detrás de The Soft Moon, ha decidido aflojar el pedal para darle más espacio a la composición.
Más sutil, más suave, este nuevo disco podríamos ponerlo en las estanterías junto a los de Trent Reznor y Gary Numan. Del primero toma mucho instrumentalmente y del segundo incluso su melódica y aún así gélida forma de cantar. Claro que también revolotean los The Cure más fantasmales y a través de ellos incluso algunos ecos que serán familiares a los fans de Chino Moreno. De una hipotética colaboración entre Crosses y Nine Inch Nails podría resultar un tema como «Desertion», uno de los momentos de mayor éxtasis del disco.
A buen seguro que Trent Reznor escucha este disco con media sonrisa dibujada, entre la diversión de quién se nota influyente y la seria amenaza de plagio. La apertura del disco con «Inward» y «Black» no puede ser más digna de los primeros pasos de su proyecto. Crecientes climas incómodos, oscuridad jalonada por ruidosos patrones obsesivos y voces susurrantes por aquello de acojonar más. Y es precisamente el público que más disfrutara de ese sonido que Trent Reznor ya no hace, el oyente ideal de «Deeper». Por suerte, Vasquez no se limita a ello, sino que explora sus límites con la discoteca sin salirse demasiado del tono más sensorial que bailable por ejemplo en el bosquejo IDM de «Wrong».
Pero como decíamos, ha tirado hacia las canciones, lo más gótico del post-punk y el synth-pop apocalíptico. Buena prueba son las melodías de bajo y sintetizador de «Try» o la redentora balada de piano «Without» que de nuevo, es difícil no asociar a los NIN más épicos. Tampoco faltaría en el cóctel un homenaje a los Depeche Mode más oscuros en «Wasting». Por su parte, la rítmica post-punk es protagonista tanto en el single «Feel», como en el encolerizado final de «Being». Entre medias quedará «Deeper», uno de los cortes más interesantes, merced a esa combinación de los géneros citados con elementos tribales.
En su conjunto, «Deeper» es material para una banda sonora a medio camino entre Lost Highway y The Crow. Lo bueno es que su ambiente es agradable (dentro de lo desapacible) y muy logrado. Lo malo es que quizá tú ya lo hayas escuchado antes.