Bajo el enigmático nombre de Siwel se esconde el valenciano Luis Merino, amante de la música minimalista, delicada y desnuda que practican compositores como Paul McCartney, Nick Drake o Elliot Smith. Desconozco el significado del apodo aunque se me ocurren dos opciones al vuelo. Podría simplemente ser Lewis, un nombre anglosajón al revés; o también pudiera identificarse fonéticamente con otros vocablos ingleses: «she will». Como seguramente ambas opciones no pasen de ser elucubraciones estúpidas, lo mejor será abordar la música, al fin y al cabo, la esencia del proyecto.
En este sincero debut, la delicadeza y la melancolía marcan un conjunto de retazos de un alma de cantautor que nos habla de amores y desamores con maneras impecablemente anglosajonas. Un puzzle de once piezas otoñales con puntuales incursiones en la primavera. Y todo obrado únicamente con una guitarra acústica y puntuales acompañamientos de cuerda y coros. Así de simple, así de complejo.
Entremos por lo fácil. Call Me Mr. Sad es un tema de corte surf y optimista, de los pocos que cuentan con algún tipo de percusión, si bien no del modo convencional. El Brian Wilson más delicado se da la mano con los Beatles en las cuerdas vocales del artista valenciano en este, primer single de lógica elección, más radio friendly que el resto. El toque McCartney se hace evidente en (Still) No Name que toma de nuevo el pulso a un pop rítmicamente más animado, mientras que la brisa surf se vuelve a asomar en Time cuya calidez vocal y coros evocan a Simon & Garfunkel. En una línea más aterciopelada se sitúa No Mistake y su impresionante sección de cuerda adicional.
No olvidemos que el intimismo es la pauta del disco. Así, si pensamos en la típica imagen del songwriter que pasa la noche en vela encerrado en una habitación tratando de desnudar su alma en cada composición, tal vez imaginemos que los temas a escribir sean once y el cantautor responda al seudónimo de Siwel.
El ambiente folkie es evidente en el álbum como bien queda reflejado en The Ballad I Wanted You To Listen, una preciosa balada imbuida del aire que se respira en plena campiña inglesa tras una abundante lluvia. Buenos ejemplos de esta vena bucólica son también la susurrante Straight from my Heart o Rest In Peace (live in my heart), que bajo tan genial nombre pone fin a esta tristona rodaja de sentimientos que nos presenta Siwel siempre con un rayo de esperanza aflorando tras la persiana.
Sirva este disco para reivindicar en España el concepto de cantautor, que tenemos tan devaluado gracias a personajes que hacen de la política su bandera para cambiar de chaqueta con la facilidad con que sus discos vuelan de las tiendas. Lo dicho, aquí no hay trampa ni cartón. Así de simple, así de complejo.