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Protomartyr – Formal Growth in the Desert

protomartyr formal growth in the desert
Domino, 2023
Productor: Jake Aron
Banda: Joe Casey, Greg Ahee, Scott Davidson, Alex Leonard

Géneros: , ,

7.5

Sexto disco de una de las formaciones más infalibles del rock independiente de nuestros tiempos. Tras editar el excelente «Ultimate Success Today» (más conocido como «el del burro», técnicamente una mula) en plena pandemia, la banda estuvo a punto de tirar la toalla. Si algo logró «el del burro» fue transmitir un concepto general de apatía con una instrumentación vibrante y sugerente, especialmente la mezcla de vientos y percusiones nerviosas. No era un disco de primera escucha, pero era un disco de escucha unitaria, de principio a fin, algo que, a nivel musical, cuesta ver en «Formal Growth in the Desert».

Sí que la banda ha apostado más por el rock gótico y así los ambientes oscuros, las atmósferas y las referencias a Nick Cave han crecido del simbólico desierto que maneja su título. Algo que choca con un tono lírico forzosamente más esperanzador, al ser alumbrado en tiempos de post-pandemia. Instrumentalmente, cambian los arreglos de los instrumentos de jazz por los sintetizadores, fieles a una forma de progresar en su sonido que nunca fue radical sino más consistente en refinar y ampliar lentamente su paleta sonora.

Algo de eso hay en «Formal Growth in the Desert», pero también se nota que la pandemia fue un punto y aparte y la banda ha recapitulado su sonido clásico. Así, tenemos temas que remiten al post-punk que han hecho siempre como «For Tomorrow», ladridos noise-punk como «Fun In Hi Skool» y temas de punk poderoso pero intrincado que podrían haberse quedado fuera de su anterior disco como «3800 Tigers», hermana de «Michigan Hammers». Y sí, probablemente Protomartyr son la única banda capaz de hacer un tema significativo dedicado al equipo de béisbol de Detroit. Y es que el cruce casi enfermizo de referencias en las letras de Joe Casey, incluyendo los elementos relativos a su ciudad, permanece como constante.

No obstante, encontramos suficiente material sugerente como para querer bucear una y otra vez en él. La hipnótica «Elimination Dances» es una novedad para una banda que se mueve en el filo entre sus raíces punk y la exploración rítmica. Es una suerte que el carisma vocal de Casey pueda hacerles sumergirse en «terreno Radiohead» sin parecer desesperados por innovar. Parecido podemos decir de «Let’s Tip the Creator«, cuyo riff  y melodía de guitarra nos arrastra hacia terrenos cinemáticos más propios del post-rock. Cierto es que el guitarrista y compositor Greg Ahee ha declarado que su trabajo componiendo para bandas sonoras ha sido una importante influencia en el disco y eso se puede apreciar en este tipo de melodías.

Uno de mis temas favoritos del disco es «Graft Vs. Host», envuelto en eco y feedback, pero en el que la garganta Joe Casey muestra un registro especialmente melódico. Y es que por momentos, Protomartyr se acercan en este disco a otra luminaria del post-punk y el goth-rock de los últimos años como son Have a Nice Life, sensación potenciada por los temas en los que la percusión funciona con la precisión y sequedad de un secuenciador. En este sentido, el flamígero uso de los teclados en «Polacrilex Kid» termina por conseguir que el tema más macarra del disco sea también uno de los más memorables.

Una vez finalizado el magnífico ecuador, el final del disco encuentra de nuevo el pequeño problema del equilibrio y la unidad. Se suceden una serie de temas a caballo entre el post-punk tabernero y el ruido de escuela de arte marca de la casa, que pasa bastante desapercibido. Así es al menos hasta que llega el ambicioso y extrañamente orquestado cierre «Rain Garden» en que Casey se convierte en un Sinatra magullado, un crooner del lado oscuro de la sociedad.

Terminando la reseña por el principio, podemos adoptar «Make Way» como una buena metáfora del disco. Es un gran tema, tiene tensión, tiene garra, tiene misterio, pero genera unas expectativas que no termina de cumplir, un clímax que queda inacabado. Esas son las expectativas, injustas, que como oyentes teníamos con «Formal Growth in the Desert»; el que para nosotros debía ser un paso más allá en una rutilante carrera, para la banda es el disco de celebrar la supervivencia de Protomartyr. Solo que por el camino han conseguido mostrar nuevos destellos de su genialidad en otra pieza de una carrera ya extensa y admirable.

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17 de junio de 2023