/Reseñas///

Primal Scream – More Light

Primal Scream - More Light portada
First International, 2013
Productor: David Holmes
Banda: Bobby Gillespie, Andrew Innes, Martin Duffy, Darrin Mooney, Barrie Cadogan, Simone Butler, Kevin Shields

Géneros: ,

7.2

Banda irregular por antonomasia, Primal Scream han sido capaces en su carrera de lo mejor y de lo peor, quizá por el capricho de las musas de la adicción, quizá por esa extraña esencia que aúna el hooliganismo más despreocupado con la militancia política. Bobby Gillespie y los suyos tienen una carrera que es un continuo altibajo.

Por tanto en algún momento tenía que llegar un pico, por ese lado no hay sorpresa. Pero sí que parecía improbable que tras una fase de indulgentes giras basadas en su icónico «Screamadelica», fueran a salirnos con su mejor disco desde «Evil Heat» retomando ciertos experimentalismos que, sin llegar a las cotas de «Xtrmntr», ponen a la banda de nuevo en la parte alta de su particular montaña rusa.

Y lo hacen sin miedo, con exceso, abriendo el disco con un tema de nueve minutos que para colmo no es otra cosa que el single de presentación. Arrolladora declaración de intenciones que, movida por un «riff de saxofón» y arropada por la guitarra de Kevin Shields, perpetra un retrato del mundo en «2013» y el sometimiento de la ciudadanía a través de la neutralización de la cultura underground. No es que sean los portavoces más creíbles del descontento, pero al menos alzan la voz a través de este ambicioso artefacto psicodelico. Si bien es más ambicioso en forma que en fondo, que se resume a un bucle hipnótico sencillo sobre el que se repitirán varios clichés y mantras «gillespianos».

El trance se pone incluso más hippie con los tribales ritmos de la sudorosa y misteriosa «River of Pain», otros 7 minutos de alquimia sonora de lo más excitante y que se desarma en free jazz droneante para volver a alzarse con magistrales aires de banda sonora. Esto es obra de David Holmes, cuya mano otorga al disco cierto fluir ambiental, una continuidad no siempre posible pero que se mantendrá con la paranoica, fraseada y muy «Xtrmntr» «Culturecide», con la colaboración del cantante de The Pop Group. Y es que casi tan interesante como la música es todo el proceso de colaboraciones, inspiraciones o directamente préstamos para las letras (un poema por aquí, una letra de Jeffrey Lee Pierce por allá…), que dan una idea del disperso puzzle compositivo que es «More Light», enalteciendo de paso la tarea unificadora de Holmes.

De nuevo, no es la concreción lo que domina, pero sí que encontramos hits como «Hit Void», especie de «Accelerator» remozada o «Invisible City» que quizá empaña con ese aire entre discotequero y «Can’t Go Back», el aura del disco. Por lo demás todo fluye entre brumas experimentales de blues y soul («Tenement Kid», «Goodbye Johnny», «Elimination Blues», esta última con Robert Plant) y algún momento de mayor crispación, combinando garra punk con grandilocuencia cinematográfica («Sideman»), pasión por la música negra («Turn Each Other Inside Out») o paranoia pura y dura («Relativity»).

No toda la última parte resulta tan estimulante, pero es algo que las citadas labores de producción y arreglos logran soportar. Y es que aunque «More Light» no enseña demasiadas cartas nuevas, en él logran ensamblar sus diversas querencias de forma notable. Para el final nos dejarán flotando con la placida «Walking With a Beast» y finalmente autoguiñándo con «It’s Alright, It’s Ok» a esa ya mítica «Movin’ On Up», percusiones dub y coros negros incluidos.

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1 de enero de 2013