Según tanto Polly Jean como John, desde que se conocieron han estado constantemente enviándose material que han ido componiendo para ver qué le parecía al otro. Fruto de esta promiscua relación artística ya parieron hace trece años ‘Dance Hall at Louse Point’, álbum al que ahora dan continuación con este ‘A Woman a Man Walked By’, con Parish tras la composición musical y Harvey haciéndose cargo de las letras y las voz.
Lo cierto es que desconozco por completo la obra de la mitad masculina del dúo, más allá de las diez canciones que componen este disco, que, siendo francos, no se aleja demasiado de lo que suele ofrecernos la mucho más conocida PJ en solitario. ‘A Woman a Man Walked By’ suena como si de una continuación natural de ‘Uh Huh Her’ se tratara, pero sin dar de lado al mucho más relajado ‘White Chalk’ de hace dos años. Si Parish se ha adaptado a la forma de componer de la autora de ‘Rid of Me’ (cosa que no debería extrañar a nadie, sabiendo que ha sido productor de su compañera en varias ocasiones) o, si por el contrario, ha seguido una senda habitual dentro de su música, lo desconozco; pero aún así es un dato irrelevante, ya que la música aquí contenida es lo suficientemente interesante como para poder ser valorada en sí misma.
El último tercio del disco lo componen un aburridillo tema acústico (‘The Soldier’), un tema cercano a los Sonic Youth con voz femenina al frente (‘Pig Will Not’), más sugerentes atmósferas ambientales (‘Passionless, Pointless’), y un bonito epílogo (‘Cracks in the Canvas’), pero lo cierto es que lo mejor ya ha sonado en la primera parte del álbum. De todas formas, el resultado final de este ‘A Woman a Man Walked By’ es positivo, además de heterogéneo, aunque no consiga pasar de ser uno de los álbumes menos logrados firmados por la inglesa. Lo que sigue significando digno de notable.