Con este críptico nombre bautiza el líder de Tool su proyecto al margen de la banda, en el cual se hace acompañar por Billy Howerdel (guitarra), Paz Lechantin (instrumentos de cuerda ) Josh Freese ( batería) y Alan Moulder en las mezclas.
El sonido del disco, comparado hasta la saciedad con el de Tool por sus seguidores, ha hecho que el grupo sea visto por muchos, como la vía de escape de Maynard para dar salida a su faceta más lírica e intimista… algunos incluso hacen mención al “lado femenino” de Tool. Detrás de todo esto subyace un poco la idea de que la música de APC es algo de segunda categoría, frente a Tool. Entre mis objetivos al escribir esta crítica está el hacer justicia al disco, desde un punto de vista alejado de las comparaciones (que ya se sabe… son odiosas).
Cuando me sumergí en este “mar de nombres”, no pude evitar preguntarme si los títulos de las canciones tenían algún significado, algo que les vinculara con letras y sonidos… el segundo corte así como el cuarto reciben su nombre de dos heroínas bíblicas (Magdalena del Nuevo Testamento y Judith del Antiguo) algo que quizás tenga que ver con los orígenes del letrista, dado que Maynard proviene de una familia de cristianos baptistas.
Descendiendo al plano de lo concreto, Magdalena nos transmite sentimientos contradictorios, simboliza el amor prohibido, el amor imposible, lo inalcanzable (“vendería mi alma, mi autoestima a un dólar por una vez, una oportunidad, un beso, por probarte una sola vez… mi Magdalena”). En otro orden se encuentra Judith, cuya historia cuenta que, por orden de Dios, se hizo pasar por prostituta, y se acostó con el general de los ejércitos invasores de Palestina, para después matarle y así salvar al pueblo de Israel… la canción es una de las más intensas del disco, dura crítica contra el dogmatismo de la Iglesia Católica, para la que a veces el fin justifica los medios (como en el caso de Judith).
Con Orestes pasamos de la Historia Sagrada a la Mitología Griega, tratándose esta vez de un personaje angustiado, por la obligación moral de matar a su madre para salvar el honor de la familia. Se trata de una composición melancólica y emotiva cuya letra nos transmite ese ansia de cortar con el sentimiento de dependencia afectiva que se da en algunas relaciones interpersonales.
El tema en el que se puede apreciar con más claridad las referencias al mito, o más concretamente, al cuento es Sleeping Beauty, en la que se alude al cuento de la Bella Durmiente, solo que en la pesimista visión de Maynard, su protagonista no consigue despertar. Las guitarras aportan tensión y fuerza a uno de los temas más contundentes del disco.
Los buenos momentos no quedan aquí, entre las composiciones que más intimistas están 3 libras, en la que los violines de Lechantin juegan su mejor baza, en una de las piezas más intensas del disco, un lamento por la indiferencia que despierta en el otro sus sentimientos. En la misma línea, se halla Breña evocadora y relajante, el título (la ñ lo delata ) proviene del castellano (¡!), y esta vez la curiosidad me lleva al diccionario, para descubrir que el término significa “tierra quebrada y poblada de maleza” (digno de pasapalabra).
En algunos temas se aprecia la influencia de NIN (algo que se hará patente en su segundo disco 13th Step) Rose es uno tema oscuro, atmosférico, la tensión acumulada en las estrofas se contiene al principio para descargarse con fuerza en el estribillo final, terminando con un dulce solo de violín. Renholder (esta vez me fallan los diccionarios) pone el toque instrumental, con el violín de protagonista acompañado de los susurros de Maynard.
Thinking of You, contrasta con la suavidad de Renholder por su dinamismo y sus cambios de ritmo, destacando el chorro de voz de Maynard en el estribillo. ( Voz cuya expresividad invade todo el disco). Por lo demás, el disco abre con The Hollow cargada de energía y dinamismo, y cierra con Over sencilla y con cierto aire infantil.
En conjunto es un disco bastante bueno y muy recomendable, en el que lo único que falta, para mi gusto, son más canciones.