Nocturnos son una banda como otras muchas marcada por los 90. Surgidos de la escena de Alcalá de Henares, su esfuerzo tocando en garitos les ha llevado a ganar la final de la Sala Silikona y a fichar por Arindelle Records, un modesto sello que sin embargo cuenta con gente tan interesante como Twisted Nails o La Célula Durmiente en su catálogo. Con un claro gusto por el grunge y otras bandas contemporáneas al movimiento como Radiohead, Weezer o Smashing Pumpkins, el cuarteto se presenta al mundo con este EP que deja buen sabor de boca.
Tras una extraña intro con interesante letra («Así que es mejor, que cojas tus premios, la chica, el dinero, la cocaína, te pongas el disfraz… y nos dejes en paz») comienza «Baile de disfraces» moviéndose por los parámetros del rock alternativo con una destreza esquiva que recoge ecos desde Nirvana a Mars Volta pasando por el power-pop. Un más que prometedor comienzo.
En «Perfecto» asoma la figura del pop delicado de gente como Ivan Ferreiro pero con guitarras animadas estilo Niños Mutantes. Las melodías no tienen nada que envidiar a los típicos singles con que nos machacan las radios comerciales y además dentro de las canciones hay variedad de estructuras que se agradecen. Vemos como las influencias se diluyen cuando en «Deseo» nos viene a la cabeza tanto Bunbury como Unfinished Sympathy o los últimos Standstill.
En fin, buceando entre influencias que van desde el power-pop al grunge pasando por el post-hardcore, Nocturnos crean un sonido creíble que no suena a pastiche y al menos en formato EP funciona. La nota de prensa cita que son recomendados para seguidores de Piratas, Radiohead, Maga o Niños Mutantes, lo cual es cierto, aunque yo ampliaría el espectro a todo seguidor del rock alternativo que no reniegue de momentos más pop.