/Reseñas///

Niño de Elche – Voces del Extremo

Niño de Elche - Voces del Extremo portada
El Rancho, 2015
Productor: Daniel Alonso (Raúl Pérez & Darío del Moral)
Banda: Niño de Elche (Daniel Alonso, Darío del Moral, Raúl Cantizano, Fernando Junquera...)

Géneros: , , , , ,

8.2

Confieso que me da mucho respeto reseñar estilos de los que no tengo ni puta idea. Me niego a hacerme pasar por un enterado del flamenco, siquiera del flamenco experimental. Yo también he llegado a escuchar al Niño de Elche a través de Pony Bravo, a su vez uno de los grandes despliega-oídos del panorama estatal en estos momentos. Es por ello de entender que Niño de Elche no hace música para amantes del flamenco, sino precisamente para quien no tenga miedo de desafiar convenciones en torno a estilos musicales o tradición.

Así, tras despuntar con «Sí a Miguel Hernández», el cantaor afincado en Sevilla, regresa con una más irreverente obra en un doble sentido. Más arriesgada en la mezcla e incluso sin miedo de que su cante quede eclipsado por otros estilos, como por ejemplo la muy kraut-rockera «Que os Follen». Y también, más aventurado y directo en la crítica social. «Voces del Extremo» rezuma asco, pena y hastío hacia toda una parte de la sociedad española y mundial ante la que simplemente mostrarse impasible es mostrarse a favor.

Es un disco lleno de contrastes entre la voz del cantaor, desde la profunda honestidad que se le presupone al flamenco, con multitud de barnices sintéticos. Entre éstos se incluyen la psicodelia muy propia de Pony Bravo (la mano de Daniel Alonso se nota mucho) hasta ambientes futuristas que evocan el desastre y mucho sarcasmo. Sólo así se explica ese bailable hit, frívolos «ah ah ah ahs» incluidos, titulado «Mercados», pero acompañado de una letra sobre el tan poco halagüeño estado del mundo que conduce a lo único que importa, que «sube la bolsa de Nueva York». Y es que «Voces del Extremo» es sónicamente versátil, arriesgado, juguetón, grave, hipnótico y desafiante.

Las letras por cierto no son suyas, sino que cada una es de un autor y cubre una temática diferente y bien definida. Un interesante puzzle con el que Niño de Elche nos ofrece su visión del mundo. Y es precisamente esa parte de la gracia del disco, que lo haga no solo, sino con las guitarras de Raúl Cantizano o Fernando Junquera (Negro), los ritmos de Darío del Moral o los citados textos de autores enmarcados en la llamada poesía de la conciencia. Un carácter colectivo sin el que el evidente genio de Francisco Contreras, un artista que parece en pleno descubrimiento personal, no luciría igual.

Contenido relacionado

1 de enero de 2015