Nasum son toda una institución en la rica escena extrema sueca y en el grindcore a nivel mundial. Lejos queda su comienzo en 1992 como una ocupación paralela a los quehaceres de sus respectivos miembros. Estamos en 2004 y el cuarteto es más que una realidad asentada, todo un grupo de referencia como en su día lo fueron Napalm Death para ellos mismos.
La banda da muestras de no perder ni un ápice de fuerza y crudeza en los veinticuatro cortes de este negro Shift con títulos tan ilustrativos como The Engine of Death, No Paradise For The Dammned, High On Hate o Darkness Falls, que bien ilustran los temas poco agradables de sus letras, por otro lado no humanamente comprensibles. La mezcla del cuarteto sigue siendo terrorífica dentro del atenazador saco del grindcore. Así encontramos hardcore extremo en Twinkle, Twinkle, Little Scar, Pathetic o Like Cattle.
La banda gusta de hacer discos cortos de muchas canciones que van a piñón fijo desde el principio sin grandes altibajos. Los máximos exponentes en este disco los tenemos en temas como No paradise For The Dammned, Fear Is Your Weapon, High On Hate o Cornered. Temas que se sitúan más o menos en la barrera de los 30 segundos, todo un record de instanteneidad a modo de pequeñas pero intensas sacudidas, por lo general muy veloces y machaconas. El resto del disco pasa entre lo aterrorizador y lo demoledor (Particles), los berridos estridentes (Circle Of Defeat), violentos estallidos grindcore (Strife), apocalipsis sonora (The Clash), velocidad vertiginosa (Creature) o temas que nos sugieren el lado salvaje de la condición humana (Fury) o pese a lo que pudiera parecer, llamamientos a luchar contra la oscuridad (Darkness Falls).
En cuanto al mensaje, le da a uno la sensación que por mucha capacidad de abstracción que tenga su música, Nasum no son capaces de permanecer ajenos a la situación del mundo. Y es que la oscuridad no es cosa de cuentos ni leyendas y ellos desde la perspectiva que les da vivir en un país tan adelantado como Suecia y desde un sello de punk-rock (Burning Heart) no se cortan en dar su punto de vista en temas como este Darkness Falls o Fight Terror With Terror. Por otro lado, es curiosa la reivindicación que los suecos hacen de su cultura uniéndola al metal en temas como Ros, Hets y Ett Inflammerat Sar. El resultado es bastante bueno, ya que las tres se encuentran por encima de la media del disco y quieras que no, el cambio se agradece por mucho que no dominemos el vikingo.
Otro punto fuerte lo encontramos en las canciones de cierta duración, lo que permite una riqueza de tempos dentro de su composición, como The Smallest Man que empieza a una velocidad razonable para llegar a no distinguirse la distancia entre los golpes de batería, Closer To The End que baja un poco el pistón o Deleted Scenes con un trabajo de guitarras más cuidado que el resto y una denuncia patente a los medios de comunicación.
Definitivamente Shift hará las delicias de todo fan de la banda. Esto es lo que se espera ni más ni menos de una banda de su escena y su categoría cuando ya son todos unos veteranos. Aunque no contemple cambios tan radicales como los que se daban en su anterior y aclamado Helvete, seguramente pase a la historia en letras grandes a una altura similar. Lástima que, dada la reciente muerte de su vocalista en los desafortunados maremotos que asolaron el sudeste asiático, quizás no tengamos más noticias de la banda.