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Mutoid Man – Bleeder

Mutoid Man - Bleeder portada
Sargent House, 2015
Productor: Kurt Ballou
Banda: Steve Brodsky, Ben Koller, Nick Cageao

Géneros: , , , ,

8.7

Hace un tiempo que la burbuja de la expectativa por los supergrupos explotó. La experiencia demuestra que, salvo honrosas excepciones, la unión de músicos de bandas muy reputadas no ofrece gran cosa, aparte de satisfacer nuestra curiosidad. Podemos citar casos en los últimos tiempos como Them Crooked Vultures o Palms, bandas correctas que no hacen sombra a los proyectos originales y sin cuyos discos podríamos pasar con tranquilidad.

Mutoid Man es la unión de Stephen Brodsky, cantante y guitarrista de Cave In y Ben Koller, batería de Converge. Son bandas y músicos con mucha trayectoria en común y quizá por eso su unión no sorprende en concepto, pero sí impacta en resultado. Por si fuera poco, el estilo elegido toma elementos de ambas bandas (el rock alternativo de unos, la cabezonería matemática de otros) y los lleva a un terreno que en realidad ninguna toca (el rock setentero). Así, Mutoid Man se presenta como un monstruo dispuesto a firmar el disco de rock duro del año, sin tomar prisioneros, pero sin olvidar los ganchos melódicos.

No es que el trío no nos avisara en su magnífico EP de presentación pero ahora han apuntado mejor, han apostado por dar rienda suelta a esa vena setentera y lo hacen sin sonar a refrito, con una personalidad en la que tanto el carisma vocal de Brodsky como la intrincada instrumentación nos llevan a través de pasajes oscuros pero coloridos, asfixiantes pero cautivadores, al estilo del mejor metal.

Y esto es lo grande de «Bleeder», que entre estallidos de hardcore matemático marca de la casa Koller, como los de «1000 Mile Stare» o «Deadlock», resonarán ecos de clásicos tan básicos como los propios Led Zeppelin. O encarnaciones más modernas del rock de alto octanaje. «Reptilian Soul» es lo que podría salir de una desert session entre Josh Homme y Cedric Bixler Zavala con la droga adecuada. También «Sweet Ivy» podría ser un gran tema de unos Mastodon que tuvieran verdadero poderío vocal. ¿Más?. «Bridgeburner» suena como si las aventuras de Dave Grohl con metaleros de postín fueran a buen puerto.

Entre el centrifugado a plena potencia de Koller, hay pocos relajos en la velocidad, pero no son desaprovechados. Entre ellos está la hipnótica «Dead Dreams» que pese a todo mantiene un tono a caballo entre doom y thrash y con un Brodsky que la verdad, acojona. Porque le habíamos escuchado cantar pop cristalino y hardcore atormentado, pero este despliegue de garganta más clásico en un cantante de su trayectoria nos sobrecoge verdaderamente. Seguramente conscientes de que este tono es el gancho mayúsculo del disco, el disco se cierra con un tema homónimo que rezuma intensidad épica y en el que tras un crecendo, rompe una voz femenina. Se trata de Sarabeth Linden, que con su grito pone el contrapunto a las estrofas de Brodsky dejándonos la sensación, cuando se hace el silencio, de acabar de escuchar un clásico del hard-rock.

«Bleeder» es una joya envuelta en ladrillo para los fans del rock psicodélico más alocado y contundente, un disco que debería hacer las delicias de fieles de The Mars Volta y High on Fire por igual. No sé si hablarán de él bien en la Heavy-Rock ni si aún existe la Heavy-Rock, pero que esto es uno de los mejores discos de tralla de la temporada lo sabe hasta Rafabasa.

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1 de enero de 2015