Los sellos indies suelen nacer de la necesidad de dar cobertura a una determinada escena. Afortunadamente, sus dueños crecen con el propio sello y el carácter de sus bandas, ampliando sus horizontes de forma natural. Buenos ejemplos tenemos en Anti, subsello de Epitaph o a nivel nacional la evolución de B-Core desde el hardcore a la experimentación. Lo mismo ha sucedido en Burning Heart, que nació como refugio de las huestes patineras y ha acabado albergando grupos tan alejados de esos parámetros como el que nos ocupa.
Se trata de Moneybrother o la aspiración y consecución de mezclar los estilos que a Anders Wendin le gustan, a saber; rock, soul, pop y punk, principalmente. En este segundo disco reafirman el saber hacer demostrado en «Blood Panic» con diez nuevos temas de sabor retro, repletos de dramatismo y sentimiento a flor de piel, apto para los pabellones auditivos más exquisitos.
El disco se abre con They´re building walls around us, una ironía sobre la unión europea que acabó siendo un tema frenético de amor. Rock con el sabor de la música negra, coros y una instrumentación majestuosa… trombón, saxo, congas, maracas, piano, trompeta, violin, viola, cello y sintes. Suena como si los Clash le hubieran dado al soul. Otros grandes temas para bailar son el himno Blow Him Back Into My Arms, cercana a Neil Diamond y con una melodía que para si quisieran muchos clásicos. La tercera en discordia es My Lil Girl´s Straight From Heaven, punk-rock oldie y muy dulce.
A pesar de que las canciones más rápidas son auténticos pildorazos de energía, las lentas abundan más en el disco. Como It Ain´t Gonna Work con una estupenda sección de cuerda y un toque a los Pulp más orquestales. Similar es Nobody´s Lonely Tonight, preciosa balada pop repleta de ternura y melancolía y con un gran juego de voces, que pasa de la calma más plácida a la espiral grandilocuente en medio segundo. La épica I´m Not Ready For It, Jo por su parte, está más basada en piano y tiene una cadencia casi hipnótica.
Los medios tiempos siguen extendiéndose en la segunda mitad del disco. Así sucede pues en la falseteada Eventually It´ll Break Your Heart, donde sintetizadores y campanillas crean una atmósfera mágica, lo cual no es raro ya que Wendin concibió Moneybrother como un personaje de cuento de hadas, un alter ego de fantasía. Más raíz americana tienen la medio folkie I´m Losing o What’s The Use In Trying, lamento al paso de violines que también juega con la idea de los antiguos conjuntos vocales. El disco se cierra con la cima épica de I May Not Always Love You, extremadamente trágica.
Un excitante paso para la banda en un momento en que funcionaba la fusión (muy diferente) de bandas como Transplants o Head Automatica, con pasado más rockero. Una elegante mixtura de estilos añejos que abarca desde el soul-rock bailable hasta las baladas apasionadas con la cabeza bien fijada en Gran Bretaña (The Clash, The Smiths…).