La nueva niña mimada de la música independiente inglesa y americana no es una blanquita y rubita niña mona con una guitarra, no. De hecho, no usa las cuerdas ni para quitarse el medio mundo que se ha comido de entre los dientes. Para colmo, no es londinense o neoyorquina de nacimiento pues su vida comenzó hace 29 años en la lejana Sri Lanka(aunque si lo primero, de adopción).
Maya Arulpragasum, más conocida como M.I.A., es el ejemplo perfecto de que ahora se vuelve a llevar eso de samplear, aunque su caso sea particular por las influencias africanas y por tener un talento innato para cantar lo que la plazca. Si con «Arular» (el nombre de su padre) consiguió acabar en boca de todos, ahora saca este «Kala» (el nombre de su madre) con gente tan opuesta como el archiconocido productor Timbaland o el ampliamente desconocido Afrikan Boy, por poner dos ejemplos.
El cambio viene en este «Kala» cuando nos encontramos una M.I.A. mucho más occidentalizada (o mejor dicho, americanizada) abandonando mucho más la producción de su querido Diplo y dejando la cosa en manos del británico Switch. La cosa no cambia en los cortes más interesantes del disco («Bird Flu», «Boyz», «World Turn» o «Xr2»), que llevan impregnado el mismo aroma de éxito que llevaban «Galang» o «Bucky Done Gun».
Además, los cameos de artistas africanos como Afrikan Boy o los raperos aborígenes de The Wilcannia Mob suponen ese apoyo que M.I.A. siempre ha dado a artistas africanos son el contrapunto perfecto a una infumable mezcla de «Where Is My Mind?» de Pixies con el «Blue Monday» de New Order (de muy mal gusto la broma) y al pop algo complaciente. aunque de buen gusto, de «Come Around» con Timabaland.
El talento no se va con éxito de crítica y ventas cuando se lleva bien adentro y M.I.A es el ejemplo perfecto de todo ello, aunque nos destroze obras de arte como «Blue Monday» o «Where Is My Mind?».