Ruido y ritmo. Son las dos palabras que diría si tuviera que definir a los bilbaínos Meido así de brevemente. Pero como puede que la cosa no quede del todo claro digamos que Melvins, Unsane, Helmet y Dut flotan sobre sus gruesos riffs, su mala hostia vocal y sus ritmos furiosos pero precisos. En formato trio, las clasicas comparaciones con una apisonadora son fácilmente aplicables. Ellos han buscado una metáfora igualmente valida; «Munduko Kamioirik Handiena» o «El Camión más grande del mundo», se titula un disco lleno de pesadez sin concesiones ni miramientos.
El trío ha creado un disco tan sólido y monolítico que ningún tema parece reinar sobre el conjunto y en el que resulta dificil destacar canciones incluso tras muchas escuchas. Pero más complicado aún es descartar algo ya que su rock ruidoso y matemático, con elementos de hardcore y metal no cae en el tedio y si alguna vez lo bordea en la insistencia de algunos riffs, sale de él gracias a algún cambio de tercio de ritmos nerviosos.
Así que solo nos queda hablar de paticularidades como acercamientos al stoner y el sludge por la vía de rockeros riffs y agónicos desgarros de garganta de «Kebosaurus», juegos con texturas post-rock en las espaciadas y melódicas guitarras de «Beruna» o con mayor pesadez, en «Sugea», inauditas inquietudes rítmicas que van desde la filiación hardcore de «Jouer» a la herencia más funky de «Mack» o escasos momentos de melodía vocal entre los que destaca el «estribillo» de «(H)il Cacciatore di Squali».
Como queda patente, los juegos de palabras están a la orden del día. Y es que sobre toda la seriedad, crispación, complejidad, etc. que pueda transmitir su música, especialmente para quién no esté familiarizado con el euskera, sobrevuela un carácter humorístico, que podríamos emparentar con el de unos Shellac. No podemos esperar menos de una banda que hace figurar a Pedro Reyes (homenajeado en «Peter Kings») o Faemino y Cansado entre los agradecimientos.
Alguna melodía más no les vendría mal para limar un poco un aspecto vocal que, si bien es lijoso en su naturaleza, parece pedir algo de variedad. En todo caso, parece que Meido vienen a cubrir un espacio poco tratado en el panorama actual, a medio camino entre unos The Joe K-Plan y unos Dut. Bienvenida sea su propuesta, sobre todo en estos tiempos tan saturados de lentitud a piñón fijo.