Tras formar parte de una de las bandas mas importantes dentro del rock en castellano con Mano Negra, Manu Chao se dedicó a explorar el mundo y a plasmarlo en sus canciones en solitario. Primero sorprendió con «Clandestino» y después continuo la senda simplista pero efectista con «Esperanza».
¿Qué tenemos en «La Radiolina»? ¿Más de lo mismo? Pues aunque en cierto modo pueda parecer que los primeros compases del disco nos trae un Manu mucho más aguerrido y atrevido, en realidad estamos ante la misma idea de corta y pega que suena ciertamente redundante y poco atrevida.
«13 Dias» y «Tristeza Maleza» como comienzo funcionan fenomenalmente bien a golpe de guitarras eléctricas (tanto distorsión como en plan blues) pero algo menos cuando el sonido enlatado de la batería es tan evidente. Luego «Politik Kills» trae al Manu contestatario que siempre cumple, mientras «Rainin In Paradize» acaba con una primera mitad de disco prometedoramente en la estela de Mano Negra y de las guitarras afiladas, a pesar de cargar con un sonido altamente poco natural (Manu Chao hoy en día no debería usar máquinas para grabar instrumentos tan simples como una batería).
El corta y pega en el año 2007 no tiene sentido. Tampoco lo tiene no contar con la Radio Bemba Sound Systemal completo para grabar (menos mal que aunque haya pasado olímpicamente de percusionistas de carne y hueso mantiene a un imprescindible Roy Paci a las trompetas y a sus escuderos Gambeat y Madjid), por mucho que Manu necesite grabar en cualquier parte del mundo. Inevitablemente, Manu Chao ya sólo puede arreglar esto en sus directos, ya que afortunadamente es capaz de sacar ahí lo mejor de todos.