Le Peuple De L’Herbe son una banda francesa cuyos cuatro componentes vienen de diferentes backgrounds. Son dos DJs curtidos en fiestas nocturnas de hip-hop (DJ Pee y DJ Stani) que decidieron darle un toque de fuerza a su música acompañándose de alguien que utiliza los ordenadores enfocados al rock (Psychostick) y un trompetista con formación clásica en jazz (N’Zeng). Juntos forman un combo sin fisuras que fusiona estilos sirviéndose de la electrónica.
Cube comienza creando atmósfera con Main Title, jazz muy rítmico al más puro estilo soundtrack de película de espías. Bajos, percusiones, trompetas y samples en perfecta armonía. La banda sabe tanto quedarse ahí como empezar en ese plan peliculero y acabar en rock, como hacen en Gumzilla, que empieza entre graves trombones creando un asfixiante y tenso paisaje para acabar sampleando riffs machacones a un estilo muy Beastie Boys con rapeados reiterativos.
En el momento de añadir voz a sus temas optan por MCs que se salen de lo común. Así, JC001 interviene en tres de ellos. En Mission que juguetea con el trip-hop, rapea con un estilo suave y rasgado al estilo Tricky. Exotismo, percusiones tribales y un flow deslizante. En Honesty bucea entra lúcidos samples en los terrenos del r´n´b reflexivo. Y más sorprendente es la oscura y desasosegante Boxin´da beat donde exhibe todo su arte como «human beatboxing», la técnica que consiste en crear una base rítmica con sonidos vocales.
La otra intervención vocal del disco se da en El Paso, que cuenta con Puppetmastaz y su estilo esquizofrénico y alocado en este tema de poso latin-jazz que recuerda a Delinquent Habits y a Cypress Hill. Tal vez la más expresamente hip-hop del disco, ya que suelen predominar más otros sonidos como el drum n bass sofisticado. Buena muestra es Keep Rockin´, rompepistas con el mismo pulso rockero que los primeros hits de Apollo440, que tal vez deberíamos rebautizar como drum, bass & trumpets o CAD? con sus ritmos atropellados y parones sigue la senda de los Beastie Boys más experimentales.
Otra de las claves es la elegancia. Así se muestra en Kin Sapalot que vuelve a recordarnos a Bristol con unos tempos lentos pero inquietos sobre atmósferas que van ahondando en el jazz y el soul, o Down By Law con su dub catárquico. En similar tesitura, Dejà à l’Ecole se sirve de un sample con gancho y elegancia (de esos que pueden incurso colarse en publicidad televisiva) para crear una atmósfera agradable y funky pero en continua emoción y sobresalto.
No queda lugar a dudas. Con bandas como Prodigy o Chemical Brothers incapaces de superar su pasado, nos encontramos ante uno de los grandes fenómenos de cruce de electrónica y rock de la actualidad. Además, pocas veces he escuchado un crossover de electrónica con hip hop tan elegante y festivo a la vez. A asociar con nombres tan dispares como Tricky, Fun Lovin´Criminals, DJ Shadow, Apollo440, Freestylers o los más fusioneros Beastie Boys. Buen rollo.
