/Reseñas///

Lavodrama – It’s Close, That’s What Matters

Lavodrama - It's Close
Drawback / BCore, 2007
Productor: Cristian Barros y Carlos Estella
Banda: Kleiser, Rick, Rubén

Géneros: ,

8.0

Lavodrama son un power-trío bien engrasado de la Zaragoza influenciada por el panorama alternativo barcelonés. La capital aragonesa (como otras muchas) ha estado durante años en la mayor oscuridad del rock, pero atenta a lo que pasaba a su alrededor. Esto podría bien explicar porque surgen ahora bandas como la que nos ocupa.

El trío viene con este disco a recordar en pleno 2007 el sonido post-hardcore. Entre sus armas destaca una voz áspera, que no dejada, sino bien solvente en los giros melódicos que no puede sino enmarcarse en los parámetros noventeros de Kerosene 545, Jawbox o Bluetip. Son terrenos en los que hardcore y la parte más básica y rockera del grunge colisionan en un cóctel de distorsión, ágil tensión y sabor ácido.

Este sonido lijoso se debe gracias también a la rasgada voz de Kleiser, que junto a adictivos y chirriantes riffs como el de «The Process of Maturity» llega a recordar incluso a Nirvana. Otros referentes vuelan aquí y allá, desde Pearl Jam a Hüsker Dü, pasando por Queens of the Stone Age. Pero mucho más que a estas referencias, se acercan a Aina, influencia especialmente notable en los momentos más melódicos como «Polygraph».
Entre lo más granado de su repertorio hemos de citar canciones con vocación de himno, post-hardcore optimista con fuerza bien compartida por los tres instrumentos. «Better Blind Than Deaf (I)», «A Self Destructive Behaviour» o «From The Bottom of my Heart» son los mejores ejemplos y combinan rock directo con algún que otro giro instrumental siempre coherente, que es de agradecer. Pero obviamente la banda, en la onda del buen post-hardcore sabe jugar con la tensión y así lo hace dando prioridad a las atmósferas en «All» o «Better Blind Than Deaf (II)»

«It’s Close, That’s What Matters» es el típico ejemplo de disco que no sorprende ni cuenta con grandes trucos, pero sin apenas desperdicio. Es cierto que revive un sonido cuyos parámetros están definidos casi por completo como es el post-hardcore de los 90, pero a la vez reconcilia a Bcore con el hardcore (Aina) que le ha dado nombre internacional y del que cada vez se encuentra más alejado. Además cuenta con un sonido que les hace justicia (en especial para no haber grabado en los omnipresentes Ultramarinos), aunque no consigue transmitir la fuerza de su directo. Junto con Persona, de lo mejor del rock alternativo maño.

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1 de enero de 2007