/Reseñas///

Keane – Under the Iron Sea

Keane - Under the Iron Sea portada
Universal, 2006
Productor: Andy Green
Banda: Tom Chaplin, Richard Hughes, Tim Oxley-Rice

Géneros:

7.2

Hace un par de años irrumpían Keane como un nuevo grupo destinado a comerse el mercado en el panorama brit-pop post-Radiohead. Acogidos con entusiasmo por un público masivo y con desconfianza por los oyentes más experimentados, lo cierto es que «Hopes and Fears» estaba bien regado de singles y melodías memorables.

Poco antes de editar este esperado segundo disco, declaraciones de la banda sorprendían anunciando un sonido más duro y oscuro, afectado por las cosas que han sucedido en el mundo desde que ganaran la fama con su debut. Un segundo disco que tanto fans como detractores esperarían con ganas, para contrastar que Keane es una banda real o que son un hype que pasará pronto a la historia, respectivamente.

En cierto modo «Is It Any Wonder?» daba algo de credibilidad a este giro. Un tema más movido que la media de su debut, con una producción muy pulida que recuerda a los U2 de los primeros 90 y con guitarras que en realidad son pianos con pedales de efectos. En esta tesitura de mayor rabia podemos citar también la lograda «Put It Behind You», que recupera el ritmo afortunadamente recordando esta vez a los Manic Street Preachers, de lo mejor del disco sin lugar a dudas con un oscuro desarrollo final que no es sino un bonus track que separa dos partes del álbum.

Y es que el misterio y la sombra ya planean sobre el primer corte, «Atlantic», envolvente y místico, con ecos a Radiohead. “A Bad Dream” es una balada que cierra con un guiño que hace pensar si no estaba hecha para preceder a «Is It Any Wonder?» en un principio. Es una de las amargas reflexiones sobre la situación mundial a las que se referían. Aunque la calma desnuda de “Hamburg Son” demuestra que siempre encuentran la salida en el tema universal, el amor.
Pero no hay para tanto. «Nothing in my way» puede recordar sin problemas a «Somewhere Only We Know», movida por una base de piano constante y alcanzando interés al final con la superposición vocal. Lo mismo podría decirse de la intensidad de «Leaving So Soon?» o el cierre de «The Frog Prince» que parece movida por una caja de ritmos y se va poco a poco revistiendo de toda la carga épica de Keane. Sonidos todos que encontraban contrapartida en «Hopes and Fears».

Ampulosa es “Crystal Ball”, canción que a pesar de contar con una de las melodías más logradas y épicas, evocando a Coldplay, peca de un tanto recargada y repetitiva, además de una letra un tanto ridícula. Y es que hay deudas de las que la banda nunca se podrá librar. De «Try Again» lo más interesante es una base rítmica grave de corte chill-out, que parece robada al mismo Moby. Pero la experimentación llega a su máximo nivel en “Broken Toy”, con su tono fantasmagórico y electrónico.

Un disco que requiere escuchas para desarrollar su potencial y que, pese a ligeros cambios, conserva las cualidades que han propiciado el éxito de Keane. Dulzura melódica, la voz de chico del coro que posee Tom Chaplin y los ambientes que Tim Rice-Oxley extrae de sus teclas. Mención especial para el exótico aunque frío y enigmático artwork, obra del finlandés Sanna Annukka, que tal vez refleje incluso mejor que la propia música ese punto más meditativo que querían para el disco.

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1 de enero de 2006