Después de las luces vinieron las sombras y ahora se han disipado. Esta podría ser una breve definición para lo que Jimmy Eat World ofrecen con este «Chase This Light», siempre tomando como referencia el disco que les cambió la vida. Hablo como no de «Bleed American» el disco con el que pasaron de ser una banda de emo tan modesta como el resto (en 2001 no había moda, aunque hablamos de diferentes tipos de «emo»). El cuarteto ha hecho esfuerzos por volver a ese sonido, con la dificultad que supone frenar un proceso de maduración como el iniciado en «Futures». Se puede decir que lo han conseguido, al menos en un 75%.
Para conseguir este más práctico que noble ejercicio de volver a sonar como en su disco más aclamado por crítica y público la banda ha fichado a Butch Vig, una elección que en principio no parece la más adecuada (la gloria noventera terminó hace tanto…) pero que podríamos decir que funciona sin dejar huella. Pero si hay algo que la banda no ha podido desaprender son todos los truquitos que utilizaron en este disco para ambientar su música y dotarle de una épica más recargada y que en alguna ocasión recuerda a U2.
De todos modos no podemos hablar de JEW como una banda fagocitada por el síndrome del arena rock. En «Let It Happen» o «Always Be» (chasquidos de dedos mediante) consiguen volver a sonar adolescentes, mientras otros temas como «Carry You» o la recargada «Dizzy» no contribuirán a quitarles el sambenito de grupo pasteloso.
El apartado más abiertamente rockero y rabioso que siempre tiene su presencia, lo pone esta vez «Electable (Give It Up)», buen single construido en torno a su estribillo a base de coros. También «Firefight» contiene la dosis de guitarras más duras que hacen falta para que el tono de pop sentimental no resulte cansino. Y otro de los temas más rockeros y también caballo ganador es «Feeling Lucky», con un encantador toque retro que incluso evoca a Supergrass. Por si fuera poco, el final parece un guiño a aquella gigante «Sweetness».
El gusto por los 80 demostrado en «Futures», se canaliza aquí en «Here It Goes», un tema bailongo con palmadas y demás parafernalia discotequera del que probablemente pueda salir un elegante remix y que en manos de otra banda podría haber sido considerado hortera, sin dudarlo. Lo cierto es que no hace falta más que revisar su carrera discográfica para ver que aunque especializados en un sonido, JEW siempre intentan hacer un par de canciones que se salgan del tiesto. Eso si, mejor el contrapunto de la vertiente oscura y nebulosa de «Gotta Be Somebody Blues», casi una cara b respecto al resto del disco.
«Chase This Light» no va a reportar nuevos fans a los de Jim Adkins, pero eso sí, a los que sucumbieron encandilados por Bleed American les van a brillar los ojos durante una temporada. Resumiendo, que nadie les va a quitar el trono haciendo lo que tan bien saben.
