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Guapo – Black Oni

Guapo - Black Oni portada
Ipecac, 2005
Productor: Pete Lyons
Banda: Daniel O’ Sullivan, Dave Smith, David Ledden

Géneros: ,

8.0

El trío londinense Guapo (no confundir con el grupo post-hardcore de El Guapo) vuelve de la mano del extravagante sello del genio de Patton con nuevo disco bajo el brazo, después de su retorcido Five Suns. Daniel O’ Sullivan (guitarra y teclados), Dave Smith (percusión) y David Ledden (bajo) dejan de nuevo claro en los cinco (largos) cortes del demonio negro (oni hace referencia a un malvado espíritu japonés) que no cambian su propuesta bizarra y enrevesada por nada del mundo.

La sónica mezcla de Magma, Emerson, Lake and Palmer, King Crimson y Univers Zero sazonado con algo de krautrock, zeuhl music y rock en oposición son los espejos donde Guapo quiere ver reflejada su música. Música sin concesiones, con estructuras que huyen de la simpleza y se enredan en siniestros laberintos sonoros. Densos, rítmicos, crudos, oscuros… y 100% instrumentales. Esto, ha llevado al grupo a compartir cartel con grupos tan asequibles y comerciales como Fantômas, Sun O ))), Khanate o Sleepytime Gorilla Museum. Sobran las palabras.

Introducirse en su nueva obra no es ciertamente una tarea sencilla ya que de los momentos agresivos y poderosos se intercalan con momentos de tensas y siniestras atmósferas. Guitarras pesadas que te machacan sin piedad, baterías repetitivas llevando el compás fúnebre, desesperadas distorsiones, lúgubre minimalismo, fantasmagórica electrónica, sofocantes e inesperados quiebres, misteriosa armonía… Delicioso festín oscuro para selectos sibaritas de excentricidades llevadas a (muy) buen puerto.
Sus melodías preocupantemente hipnóticas y perturbadoras hacen de la experimentación el principal leit motiv del trío. No se puede pasar por alto, la buscada grandilocuencia de cada una de las cinco piezas (numeradas al estilo romano), ni su precisa ejecución, haciendo de Guapo una máquina engrasada por líquido seminal de las tinieblas. Cuando quieres darte cuenta, ya está inmerso en un viaje musical hacia tierras donde nunca ha salido (ni saldrá) el sol.

Después del grato recuerdo que dejó Five Suns, lo tenían ciertamente difícil superarse, pero la nueva aventura en el barco de Ipecac posiblemente les granjeará la admiración que se merecen como una de las bandas de avantgarde más en forma del momento.

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1 de enero de 2005