Ejemplares desde sus inicios en cada paso dado a todos los niveles, es posible que a partir de ahora que comienza su andadura por las grandes ligas, las cosas cambien algo para los vascofranceses Gojira. Llegan tiempos en los que el DIY quedará en un segundo plano, pero está claro que con trabajos al nivel de este «L´Enfant Sauvage», les perdonaremos que se distancien algo del underground si es por el bien de una carrera como la suya que se antoja meteórica. Tras una serie de álbumes que son hoy ya clásicos del metal underground, con «The Way of All Flesh» el personal death metal de la banda comandada por los hermanos Duplantier terminó por alcanzar unas cotas de popularidad que los puso en boca de todos y los ha llevado hasta los brazos de la reconocida disquera Roadrunner. Tenían una prueba de fuego importante pues, y sin duda la han superado con creces. Y es que, que un medio como Pitchfork que poco tiene que ver con el metal, haya sido el sitio web donde publican el adelanto del disco, o que en varios de los recientes festivales del género hayan acabado como auténticos triunfadores por delante de otras bandas mucho más consagradas, habla por sí solo del crecimiento de la banda y del recibimiento a este su quinto disco. Pero hablemos de música que hay, y mucha, en los cincuenta y dos minutos de «L´Enfant Sauvage».
Es solo arrancar con ese riff rompenucas y esos barridos de mástil, y escuchar a Joe gritar ese «Go», y ya sabemos que estamos escuchando el comienzo de algo grande. Con la contundencia de un Robb Flynn, el poderío matemático de unos Meshuggah, y la épica de los mejores Fear Factory, llegamos hasta el tema que da nombre al álbum, la cual con un Mario espectacular tras las baquetas nos transmite toda la angustia que desprende su rabiosa letra. El dúo de guitarras demuestra estar en plena forma para completar así un single casi perfecto. La concisión ha sido uno de los grandes logros de Gojira, y «The Axe» vuelven a demostrar que en cuatro minutos se puede hacer un tema técnico, compacto, y sobrecogedor a partes iguales, y salir indemnes de dicho ejercicio. Pero uno de los momentazos llegará con la siguiente pieza, «The Liquid Fire», un tema con una carga melódica increíble, unos giros 100% Gojira, y el carisma y épica necesarias para saber que estas escuchando un futuro clásico de los franceses. Con una versatilidad en las voces que van desde el grito al canto pasando por los filtros robóticos, es Joe Duplantier el que demuestra su estado de gracia en esta espectacular canción. La intro instrumental «The Wild Healer» nos da un segundo de tregua antes del arrebato metálico que suponen la progresiva y compleja «Planned Obsolescence» o la martilleante «Mouth of Kala». Y es entonces cuando viene otro de los momentazos de «L´Enfant Sauvage». El punteo inicial de «The Gift of Guilt» sumado al caos controlado que la banda ira añadiendo al tema, nos recuerda a los mejores y más recientes Machine Head, y nos confirma que Gojira ya están jugando en la misma liga que los elegidos del metal contemporaneo. El aparente relax de «Pain is a Master» no es sino una trampa pues a la que Mario da el pistoletazo de salida, el arrastre de guitarra desata de nuevo a la bestia en su personal forma de entender el death metal. Para el final se nos reserva la épica «Born In Winter» que nos cautiva con un crescendo marca de la casa, y como cierre «The Fall», un tema denso y oscuro, perfecto para cerrar tan magna obra al más puro estilo C.Burton Bell.
En definitiva estamos ante el disco que debe colocar a Gojira en la parrilla de salida para competir con los más grandes, y al que solo la falta de suerte evitará encumbrar hasta los altares de la música agresiva. De momento se han ganado el reconocimiento de que, si Mastodon son los representantes por antonomasia del metal norteamericano del siglo XXI, ellos son sin duda la punta de lanza del europeo, y eso para un grupo surgido en un país de tan poca tradición metálica como Francia, ya es mucho decir.