Se ha hecho de rogar este último disco de Finger Eleven, después de prometer grandes cosas con su segundo disco, y decepcionando a gran parte de sus seguidores con su anterior disco homónimo; cuatro años después vuelven con “Them Vs. You Vs. Me”, que pretende dar un descarado viraje a melodías más limpias y pop, y a abandonar definitivamente su faceta más metálica presente en su considerado ‘mejor disco’: “Greyest Of Blue Skies”.
El presente trabajo arranca con Paralizer, que sorprende no por su originalidad, sino por su distanciamiento respecto a su anterior sonido, en una canción de rock eléctrico con toques funkies que bien podrían haber firmado un grupo como Franz Ferdinand; sin embargo el corte cumple su cometido de single premeditado y se trata sin duda de un muy buen tema bailable.
En las siguientes canciones del disco, que se desmarcan bastante de la tónica de éste primer tema, Finger Eleven optan por dividir sus energías en lo que serían canciones más post-grunge cañeros propios de su línea rockera de anteriores discos, y unas cuantas baladas que, con alguna excepción, sobran bastante.
De éste modo se agradece comprobar que estos chicos siguen conservando una gran capacidad para crear melodías directas y llenas de energía que convencen de inmediato, aunque con un aire más happy y pop que se podría considerar que es lo que le da identidad al disco. Si te gusta el estilo del grupo, prueba a escuchar temazos como Falling Off, Sense Of a Spark o Gather & Give, por decir algunas, y no podrás parar de darle al repeat del buen rollo que transmiten.
Por desgracia el Yang de las baladas es algo más pobre y corta bastante las subidas de ritmo que transmiten las canciones ya mencionadas, y personalmente quizás sólo salvaría Save The World por su pegadizo estribillo.
Es peliagudo hacerse una opinión definitiva de éste disco: si no te iba su anterior rollo post-grunge más al uso, hay realmente pocas posibilidades que te convenza el disco presente, además los aficionados a su vertiente más metalera mejor que en lugar de escuchar éste disco aprovechen el tiempo y echen algunas partidas al solitario. Pero si te van las melodías rock-pop pegadizas sin complicaciones éste trabajo presenta una buena base de geniales canciones más un par o tres de más prescindibles, que sin duda sirven para dejarle a uno el ánimo bien subido durante la algo más de media hora que dura el disco; que en los tiempos que corren es todo un logro.