Hace un par de temporadas Fair To Midland pasaron de ser unos completos desconocidos a unos desconocidos a secas. Es decir, su nombre comenzó a ser recitado en los foros por los líderes de opinión que descubren un grupo de moda cada mes y que por supuesto son mejor que todo lo existente en el aburrido panorama musical establecido. Dentro del ámbito del rock alternativo Fair To Midland eran los candidatos perfectos para relevar a gente como Clann Zú o The Mayan Factor en este sentido.
Se trataba de un grupo no tremendamente original, pero que si ofrecía un relativo soplo de aire fresco frente a lo que estaba de moda en ese momento. Temas como «Dance of the Manatee» o «Walls Of Jericho» realmente hacían presagiar que estábamos ante algo grande y realmente «Inter.Funda.Stifle», su disco autoeditado, valía la pena. Pues parece ser que llamaron la atención de Serj Tankian que los fichó para su sello (subsidiario de una multi) en el que finalmente editan este «Fables From a Mayfly: What I Tell You Three Times is True».
Lo malo es que esperábamos que el tiempo trascurrido trajera un disco formado por canciones nuevas y no sólo a medias. No sabemos si esto obedece a las ganas de ellos o de su sello de rentabilizar los éxitos cosechados «de palabra» pero en plena era de Internet donde cada canción nueva está a un click de distancia, esta reiteración es un hecho imperdonable. Máxime cuando aquel disco llevaba 15 canciones y este 11, sólo 5 nuevas.
Objetivamente las canciones antiguas siguen siendo igual de buenas. La fuerza arrolladora de «(Tibet) Dance of the Manatee» integra suavidad al estilo que han hecho bandas desde Live hasta Dredg, pasando por Incubus, aunque su parte de metal embrutecido le resta credibilidad. Estos aires nu-metal se encuentran con el pop-rock progresivo y de toque ochentero en «Kyla Cries Cologne». Y es que los arreglos de teclados y los pianos son omnipresentes e incluso excesivos en la música de Fair To Midland no sabiendo si están más cerca de Korn o de Genesis.
Y el problema se agranda cuando notamos que los nuevos temas, pese a todo, no parecen a la altura. Al menos «The Wife, The Kids and rge White Picket Fence» no cuenta con la misma carisma de la que en cierta medida si hace gala «April Fools And Eggmen». Ambas parecen encaminada a una faceta de la banda que tira al exceso, al pop chillón desbordado de épica progresiva, aspecto que hace a la banda excitante de pasada y cansina en profundidad. Tampoco triunfan los lamentos filoheavies de «A Wolf Descends Upon the Spanish Sahara» y «Tall Taste Like Sour Grapes». «(When The Bough Breaks) Say When (Ozymandias)» se salva cerrando el disco con unas guitarras y ambientes dignos de Tool.
Fair To Midland han tenido una oportunidad de oro para triunfar, que tal vez hayan arruinado con este lanzamiento que da la sensación que será mucho más ignorado que el que hicieron desde la más oscura independencia. Cosas de Internet, adaptarse o morir.