/Reseñas///

Estirpe – Inventarse el Mundo

Estirpe - Inventarse el Mundo portada
La Incubadora / Universal, 2005
Productor: Miguel Ángel Mart
Banda: M. Á. Mart, L Gómez, J. M. Panadero, J.Estévez, D. Puig

Géneros:

7.2

«Vértigo» abre con una contundente mezcla de rock épico y electrónica. Y es que aquí Estirpe presentan la propuesta de «Inventarse el Mundo». Un sonido limpio y una producción nítida y efectista que pone de relieve las virtudes instrumentales de la banda, así como el chorro de voz de Mart, signos que antes los ponían en la onda de unos Faith No More pero que cada vez se hacen más personales. Adictiva la secuencia de bajo que abre la muy funkie El Color de Mi voz, no tan alejada de los parámetros de unos Sobrinus y cuya actitud y letras rompen con la estela trágico-decadente del numetal.

«America» es un tema realmente original e inesperado. Cuando nos damos cuenta estamos atrapados por un estribillo hipermelódico que pocos se atreverían a entonar. Pero no por las letras, sino por la escasa ubicación de una banda que pasa del rock y el metal alternativo a pinceladas de rock ochentero. Sin ser muy avezados podemos reparar lo que tenemos ante nosotros. Un disco de singles, de esos que escasean, en los que prácticamente todos los temas se mantienen a la altura y escuchados uno a uno nos parecen todos el mejor del disco. Y poco malo puedo decir de «Mi Revolución», cuyo estribillo y sus guitarras silbantes se clavan en tu mente, invitándote a acometer tu revuelta particular.
La parafernalia hard-rockera de «Ven A Respirar» me resulta un poco más floja y con la letra de la estrofa un poco infantil, aunque de nuevo saben acertar con la confluencia de voces en el estribillo e introducen nuevos aires por la vía electrónica. Una vía electrónica que marca los ritmos de «Saber esperar», crossover metálico con punto épico. Y es que la banda parece moverse como pez en el agua entre lo retro, a veces con toques heavies y los pasos dados por las locuras de Faith No More o los primeros Incubus. Para los fans de Hamlet, será toda una sorpresa el tema «Más Azul», con Molly como invitado. Otro de los puntos álgidos del disco, una oda de esperanza al difícil mundo en que vivimos con todos los requisitos para ser un éxito.

Incluso bajando la velocidad, «Mundo Sin Fe» nos emociona con sus violines y su delicada voz melancólica. El último bloque es más flojo. Algo pesada se hace «Llámalo perdón» a pesar de sus atmósferas etéreas. En «Los diez mandamientos» llegan incluso a recordar a U2 en su época exploratoria, con envoltura electrónica de salón y teclados y aunque también se hace un poco aburrida al principio, gana con la escucha. Las «voces» que ponen los samplers hacen interesante «Un esfuerzo más» que adolece de otros grandes ganchos. «Llévame» deja demasiada rienda suelta a una especie de cruce entre el AOR, el heavy metal soft y el metal rapeado, que no casa demasiado. La pena es que la fuerza que llega a alcanzar se apaga al final, cuando un cierre manteniendo esa contundencia dejaría mejor sabor de boca.

En una onda totalmente diferente a la de bandas imitadoras de Korn y compañía, Estirpe se distancian del numetal con un esfuerzo integrador de estilos bajo un rock melódico capaz de llegar a grandes masas. El hecho de que fueran teloneros de The Rasmus en su gira española, lo demuestra. Probablemente la opción más sólida del rock nacional a nivel comercial, ahora que Söber lo han dejado.

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1 de enero de 2005