Con la verdad por delante se llega lejos. Eso deben pensar estos chavales (ya no tanto como cuando un servidor flipó al oírlos con su anterior nombre Sonic Vine-Tendrils) cuando entre sus influencias citan bandas tan de moda en las nuevas generaciones de músicos como Muse, Incubus, Tool o A Perfect Circle.
La verdad que a E-met y a este impresionante artefacto maquetero que es «Hurt» es fácil sacarle comparaciones de ese tipo, pero del mismo modo la unión de artistas tan dispares (añadimos Dredg o Jeff Buckley a la saca) es lo que les ha terminado dando un sonido verdaderamente propio. Que ironía.
Dicho estilo necesita de una producción a la altura, sobre todo debido a que las guitarras que la banda suele utilizar esta bastante alejado del guitarrazo distorsionado de toda la vida, decantándose por el efecto y el preciosismo. E-met no solo lo tienen con este «Hurt» sino que una maqueta así nos suena más a disco de estudio que otra cosa. Colosal. De hecho, una producción tan perfecta como la de la incontestable «Listen To Their Hands» o «Believe» nos demuestra que el exceso de efectos puede terminar resintiendo a la banda en sus directos, del mismo modo que la pronunciación inglesa del cantante.
«Hurt» es una sobrecogedora caja de sorpresas a cargo de cuatro chavales con bastante intención de hacer las cosas de manera seria, detallada y profesional. Cada segundo esta completamente cuidado, lo que contribuye a que a pesar del largo minutaje el disco/maqueta no se convierta en una pesada losa.
Un gran trabajo que podría ponerlos en un lugar bastante privilegiado en un futuro; poquísimos grupos suenan así y esperemos que lo mantengan en sus directos.