Tras una prometedora demo que estuvo durante un tiempo disponible para bajar en la web de la banda, Día de Furia regresa con lo que se considera su primer disco oficial. Pues como dice aquel eslogan de cierta marca de cosméticos, «promesas cumplidas». DDF se confirman con 10 cortes y 40 minutos de intensidad y la mágica fórmula de la melodía y la distorsión que tantas alegrías ha dado al rock desde Nirvana hasta hoy.
Y es que el disco, «Corea», está lleno de potenciales hits explosivos. El mejor ejemplo es el que abre, «Atomium» que va directo al grano y con las escuchas se sitúa cercana a su homóloga de la maqueta, «Hoy por hoy». Otro caso a la altura es «Majorettes» con sus guitarras chirriantes. Esta última es además apta para observar que la banda consigue el gancho lírico y melódico sin sacrificar en intensidad, crudeza y malabares instrumentales.
El facturar un rock tan americano pero en nuestro idioma les asegura seguidores dispuestos a corear temas de post-grunge arrastrado como «Ambulancias». Por esta vía se dejan llevar especialmente en canciones amables como «93» o «Nuevos Puertos» la que más tira al pop. Con su aire optimista (o a pesar de él) podría fácilmente pertenecer a Placebo o incluso a Los Planetas. A los también gallegos Piratas recuerdan las partes más plácidas de «El Círculo Polar».
Si hay que ponerles una pega es que como pasa siempre que se da con un estilo característico, hay ciertas reiteraciones (o autoguiños) que se aprecian más teniendo la maqueta. Pero respecto a esta, el proceso de madurez se antoja enorme, creando un disco heterogéneo sin perder el enfoque. Del mismo modo el crecimiento a nivel instrumental es palpable desde el primer al último minuto.
El joven trío vuelve pues en «Corea» a evocar el rock alternativo de los 90 (Smashing Pumpkins, Foo Fighters, Deftones, Biffy Clyro…) a esta parte, consolidándose como uno de los estandartes del difuso género junto a gente como Nothink, Hedtrip o Cordura, entre otros. No cabe sino felicitarles y felicitarnos de otro nombre a sumar al buen momento para la música alternativa nacional ahora que no está de moda ni sale en anuncios de refresco.