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Dead Can Dance – Anastasis

Dead Can Dance - Anastasis portada
PIAS, 2012
Productor: Brendan Perry, Lisa Gerrard
Banda: Brendan Perry, Lisa Gerrard

Géneros: , ,

8.3

Brendan Perry y Lisa Gerrard siempre caminaron seguros por una senda que en muchos otros casos, durante su década de esplendor desde mediados de los ochenta a principios de los noventa, estuvo transitada por la insustancia en aras de una pretendida espiritualidad. La ‘world music’ y el ‘ambient’ durante aquella época estaba en manos, al menos en popularidad, de gente como Enya, Deep Forest o Enigma; proyectos que se quedaron, las más de las veces, en una pátina más bien pop que abrazaba frecuentemente las sonrojantes connotaciones de la new age.

Pero la pareja siempre estuvo alejada de esa vertiente, insuflando respeto mediante profesionalidad y talento a dichos géneros tan a menudo malinterpretados y batallando desde un sello tan prestigioso como 4AD. Así, ya desde su debut homónimo de 1984, y pasando luego por obras grandes como “The Serpent’s Egg”, “Aion” o “Into the Labyrinth”, los australianos crearon una buena colección de canciones elegíacas, chamánicas, que realmente parecían provenir de otro tiempo y otro lugar y que en gran parte plantaron la semilla para proyectos de folk gótico o dream pop actuales.

Ahora, tras decidir que la fórmula estaba agotada hace más de quince años, han vuelto tras varios intentos en solitario; en una reunión bien recibida aunque no tan esperada como la que hubiese supuesto la de Cocteau Twins, la otra gran marca distintiva del sello inglés. Aún así, el resultado, “Anastasis”, no solo satisface todas las expectativas, sino que se coloca cómodamente en la media de sus mejores producciones, a pesar de que no hay ninguna actualización de sonido ni ganas de explorar más allá de lo ya conocido y, por tanto, sabiamente manejado.

Colocado al principio de ocho cortes, “Children of the Sun” es el tema que todo fan del dúo ha estado esperando desde “Spiritchaser” (1996): orquestaciones, épica a raudales, gongs, percusión metálica y, sobre todo, la voz dominante de brujo de Perry sobre coros de su compañera, siempre sobrevolando los temas más oscuros y ‘occidentales’. Ya que Lisa vuelve a encargarse, con su voz operística pero también válida para exotismos, de temas de cadencia arábiga, oriental o hindú como las muy cinematográficas “Anabasis”, “Agape” o “Kiko”. Sí, la sensación de encontrarnos ante la banda sonora de película de aventuras se hace muy presente durante gran parte de la escucha.

El resto se encuentra a la voz masculina de Perry, en esos singles potenciales cargados de melancolía (o lo más parecido a sencillos que puede encontrarse en la música que facturan) como en “Opium” o “Amnésia” y en el atmosférico tema final “All in Good Time”. Las voces se entrecruzan por segunda y última vez en lo que debería convertirse en un nuevo clásico de la dupla: “Return of the She-King”, pieza en la que demuestran por enésima vez cómo se puede sonar romántico y grandilocuente sin caer en la pedantería o, peor, el ridículo.

Justo cuando su huella se encontraba difuminada entre almibarados proyectos que llevan supuestamente el oscurantismo y lo oculto por bandera, los maestros han vuelto para dar un sonoro golpe con el cetro y reclamar el trono. “Anastasis” vuelve a demostrar por qué Dead Can Dance fueron (y siguen siendo) grandes y probablemente les ayudará a ser descubiertos por nuevas audiencias y redescubiertos por aquellos que se olvidaron de ellos hace décadas. Uno de los regresos del año, sin duda.

 

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1 de enero de 2012