/Reseñas///

Dave Navarro – Trust No One

Dave Navarro - Trust No One portada
Capitol, 2001
Productor: DJ Nu-Mark, Danny Saber, Andrew Slater, Rich Costey...
Banda: Dave Navarro, Brion, Chamberlain, Costey, Mayorga, O'Brien, Perkins, Ramirez...

Géneros:

5.0

Estimado Oh! Todopoderoso Dave,

Te escribo esta breve pero intensa epístola con la intención de comentarte mi opinión, minúscula e irrelevante, en comparación a tu grandeza, sobre tu disco en solitario, Trust No One. Espero encarecidamente que puedas malgastar tu tiempo leyéndola, al menos una sola vez, eso, daría significado a mi triste deambular por el mundo de las sombras platónicas.

Oh Todopoderoso Dave, el inicio del disco es ciertamente prometedor, avasallador si me apuras, con tres buenas (grandes) canciones que demuestran que, todo y tu limitado (limitadísimo) registro vocal, siempre lindando con el susurro monotonal, sabes escribir buenas canciones sin la ayuda del Falete californiano de Farell. Rexall, el primer single, es un tema increíble, Sunny Day, o como Dave (is God) experimenta con el trip hop, es maravillosa y Hungry, de lejos, es mi canción favorita de todo el disco (pelos como escarpias ante el estribillo: Please leave me here in the empty world/Fall in love with the empty girl).

Acto seguido nos obsequias con Mourning Son y sus reminiscencias orientales, y de nuevo con tu voz suave, aterciopelada, cansada (¿con cuantas groupies, menores de edad, te acostaste la noche anterior a la grabación del disco? ¿Las rociaste con tus majestuosos jugos hectoplásmicos?) nos vuelves a encandilar. Con Everything juegas a ser Reznor y sales perdiendo; con Not for Nothing quieres demostrarnos cuánto dolor has pasado en vida, y sales perdiendo; con Avoiding the Angel nos espetas, más bien nos recriminas: You never listened to me / And you never had the time, y sales perdiendo; y con Very Little DayLight nos quieres camelar, como Juan José Ballesta en sus películas de kinki entrañable, con I only feel alone when I’m with you, pero vuelves a perder. Cuatro canciones fallidas, Oh Todopoderoso Dave, cuatro protocomposiciones musicales que no están a la altura del mito.
El tramo final del disco, anteriormente conocido como Spread, haces, de lejos, sin duda alguna, la peor cover que servidor (por que soy tu más devoto servidor, mi Señor; pídeme lo que quieras) ha podido oír jamás. Venus in Furs nunca sonó tan deslucida; espantosa, peor que cuando mandaste a Abraham sacrificar a su hijo Isaac. Finalmente, para concluir, Oh Todopoderoso Dave, te despides con Slow Motion Sickness, dónde muestras tu sabiduría musical al creer que una guitarra acústica es el único requisito para ser un chico sensible (obviemos los lamentables minutos finales de la canción); no nos engañemos, mi amo, esta canción suena a cara B de Lenny Kravitz.

Oh Todopoderoso Dave, ¿y qué decir de tus letras? Con sus incontables I, sus tropecientos me,… como siempre, tan focalizadas hacia la grandeza de tu persona; no es narcisismo, ¡no!, es simplemente la honestidad de alguien que es buen sabedor de la no existencia de nada más importante que él. No eres Blake, no eres Yeats, no eres Rilke ni Trakl, ni tan siquiera Lucia Etxeberria (la cual plagia a los anteriores) pero las letras son efectivas y hasta con cierto poso lírico. Aún así, he echado en falta alguna referencia explícita a las perforaciones de tus pezones o a tu vanagloriado y colosal pene.

Dave, mi señor, mi sendero de rectitud, mi modelo a seguir, mi luz de la mañana, con este disco nos das una importante lección a todos nosotros, los mortales: vivimos en un mundo de luces y sombras, vivimos condenados a vivir en la más perfecta de las imperfecciones.

Gracias.

PD: no te asustes por el hecho de estar escrita la carta con sangre.

PD: a sabiendas de tu divorcio con Carmen Electra, podrías suministrarme, si no es mucho pedir, su teléfono; querría darle su justo merecido, a cuatro patas…

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1 de enero de 2001