No deja de resultar irónico que, proviniendo de donde provienen y con semejante nombre, los escoceses Camera Obscura hayan parido uno de los álbumes más luminosos y veraniegos de la temporada. Militando desde el legendario sello 4AD, los de Glasgow vuelven a mirar con su cuarto álbum directamente al pop de los 60, a aquel canon que marcaron los Beatles, los Beach Boys o The Mamas and the Papas, pero siempre haciéndole un claro guiño a referentes más recientes como The Divine Comedy o sus paisanos Belle & Sebastian.
Con tales credenciales, no es extraño que este My Maudlin Career se antoje como un álbum perfecto para pasar las largas jornadas estivales, pero de una forma glamourosa y un tanto cool. La once canciones que lo componen parecen destinadas a evocar en tu mente, si es que desgraciadamente no estás allí, unas vacaciones en pequeños pueblos de la costa francesa o italiana, por los que pasear con tu chica en bici o en barca, en un verano idílico que muy bien podría ser el que vino después de Mayo del 68 o el que podemos ver frecuentemente en la filmografía de Éric Rohmer.
Así que si ya estás cansado de pasear, deja la bici apoyada en una farola o atraca en el embarcadero, acércate con Pauline a la terraza más próxima y pide un par de Martinis. Sentaos en la mesa más próxima al paseo marítimo y pide al camarero que sintonice la radio local en la que suene Camera Obscura mientras se pone el sol tras las islas y se encienden las luces del festival al final de la playa. Zoom a los últimos rayos de sol. Toma aceptada.