La aparición de un disco como este segundo álbum de Blackfield siempre es una sorpresa agradable. En un mundo musical marcado por las continuas idas y venidas de las modas, donde para triunfar uno tiene que mirar abiertamente o de hurtadillas al pasado o intentar sonar lo más extremo y pretencioso posible para llamar la atención, que un disco esté formado por diez joyas de pop atemporal es algo estimulante por su humildad. Y a veces necesario.
El ya tercer grupo en activo comandado por Steven Wilson (junto a Porcupine Tree y No-Man) se diferencia de sus hermanos de leche en un carácter mucho menos experimental y progresivo. Bajo el nombre de Blackfield, Wilson se despoja de toda inquietud por crear complejos pasajes sonoros para intentar llegar a la esencia de la canción pop. Este terreno no es desconocido para el compositor inglés (recordemos joyas compuestas para Porcupine Tree como «The Rest Will Flow», «Pure Narcotic» o «Trains»), un tipo que a pesar de crear intrincadas estructuras para sus otras bandas, siempre ha tenido una gran sensibilidad melódica que ha hecho que su música sea fácilmente identificable dentro de la escena progresiva actual.
Con estas premisas, no es difícil ya descubrir que es lo que nos depara este disco parcamente titulado «II». Canciones que casi nunca llegan a los cinco minutos, todas llenas de melancolía, tristeza y nostalgia, de ritmo apacible y elegante, donde la melodía y el estribillo lo son todo. Una decena de canciones que fácilmente podrían ser consideradas como singles en su totalidad. Prácticamente ninguna sobresale sobre las demás en cuestiones de calidad, y ninguna sobra. Las que sean más dignas de mención las dejo en oídos de cada oyente.
Casualmente en estos días ha aparecido el noveno disco de estudio de Porcupine Tree, «Fear Of A Blank Planet», donde parece que Wilson se ha volcado de lleno en su vocación más progresiva. Motivo más que propicio para que os hagáis con este «Blackfield II», que le sirva de complemento melódico y disco que en mi humilde opinión no deberíais dejar pasar.