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Biffy Clyro – Only Revolutions

Biffy Clyro - Only Revolutions portada
14th Floor Records, 2009
Productor: GGGarth
Banda: Simon Neil, Ben Johnston, James Johnston

Géneros:

8.7

Curiosa historia la de Biffy Clyro. Totalmente menospreciados por muchos en sus inicios, absolutamente adorados por unos pocos que veían el futuro del rock alternativo en aquel trío escocés, finalmente consiguieron captar la atención de propios y extraños con su compacto cuarto trabajo de estudio. Una carrera de fondo que seguramente no habrá sido fácil pero ha permitido por ejemplo que la banda no se haya quemado tras obtener el éxito, sino que haya regresado con uno de los discos del año en un género para el que anteriores referentes como Weezer o Foo Fighters ya no dan muchas alegrías.

Primera gran acierto de «Only Revolutions»: Incluir «Mountains», arrebatador single que lanzaron cuando aún tenían calentito el éxito de los singles de «Puzzle». Épica y melodía a la enésima potencia de guitarra y piano. Esa línea de grandilocuencia optimista es la misma que arranca el álbum con «The Captain», que incluye vientos para contribuir a su arrollador ritmo casi de celebración militar. «Bubbles», de nuevo con un estribillo que promete las mejores experiencias para corear en los conciertos les afianza como maestros en lo suyo.

Es cierto que con el tiempo, el trío ha pulido con gran acierto su faceta melódica y la composición de melodías pop es uno de sus fuertes, pero no se olvidan de violentos arrebatos rockeros, como «That Golden Rule» a lo QOTSA, que además les deja hueco para juguetear con su ansia experimental. Y es que sin ser una banda progresiva, Biffy Clyro tienen cierta maestría para dar vueltas instrumentales a lo que de otra forma serían canciones obvias y directas. El pulso stoner vuelve a tener presencia en los cabezones riffs de «Cloud of Stink».

Ciertamente, «Only Revolutions» parece ver a la banda enfocada en los arreglos orquestales, en buscar el detalle y lo intrincado a partir de simples y pegadizas melodías pop de base. Y pese a que la banda ha ido evolucionando poco a poco y ya son años los que nos contemplan, en temas como «Shock Shock» nos retrotrean con su lograda mezcla entre fuerza y melodía a los primeros tiempos de la banda. Y al escucha la ágil «Booooom, Blast & Ruin» nos acordamos de «Puzzle» y la bofetada que debió sentir Dave Grohl al escuchar a otra banda sonar a sus Foo Fighters de una forma mucho más contundente.

La faceta más introspectiva aflora en «God & Satan», una balada con cuerpo orquestal que se codearía con cualquier canción en un disco de Coldplay o Bloc Party o la más de estadio «Many of Horror». Por su parte «Know Your Quarry» ilustra el barroquismo que el grupo ha adquirido con el uso de toda esta instrumentación clásica, especialmente el piano. La cara más juguetona aparece por su parte en «Born on a Horse», que con su base electrónica comienza trivial para convertirse en un tema con entidad propia. También en «Whorses» que de nuevo cierra el álbum entre urgencia de batería y teclados, al estilo indietronica, pero con sólidos riffs por encima.

Tras un disco de la entidad de «Puzzle» la ley de la probabilidad nos dice que tocaba cierto batacazo. Aunque es cierto que «Only Revolutions» carece de la cohesión y capacidad de enganche instantáneo de su antecesor, nos alegramos de que los escoceses hayan escapado a esta ley, afianzándose como uno de los mejores grupos de rock de la actualidad. Nos alegramos también de que puedan seguir demostrando que lo suyo no es ni golpe de suerte ni cuestión de caer en gracia a la prensa musical.

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1 de enero de 2009