Cuatro años llevábamos sin tener noticias de uno de los grupos de rock independiente más carismático de los surgidos en los 90 en nuestro país. La espera parece que ha merecido la pena, ya que nos encontramos a una banda en plena forma de vuelta al rock con garra y con unas letras más cercanas -al fin en castellano-, sangrantes y existenciales, que destilan nihilismo.
Novedades aparte del idioma las justas. Han repetido con Pablo Iglesias a la producción en sus propios estudios y vuelve a conseguir que suenen agresivas y oscuras… pero siempre con un sonido limpio propio de las corrientes del nuevo hardcore que imperan ahora mismo. Así la rabia de cierto toque siniestro puede encontrarse fácilmente en temas como Acumulas o Amanece.
La herencia del Seattle que marcó sus inicios como banda se deja ver en Nada Constante; energía guitarrera y voces rasgadas en uno de los temas más instantáneos del álbum, con percusiones exóticas incluidas, perfectamente integradas. Si Courtney Love siguiera haciendo temas como estos, a buen seguro que tendría una legión de fans. Por supuesto ese aire noventero también se nota en medios tiempos como la palpitante Despierta, con esa tensión permanente que pasa a la agresividad más explosiva con la misma facilidad que retorna a la voz fina, gorgoritos incluidos.
La mezcla que tan bien saben compactar de contundencia metal y la suciedad del punk con melodías es la tónica del disco. Como ejemplo, la salvaje Vulnerable, muy punk, gritona y de letra sobrecogedora: «Muerte ven y atrápame». O Que te Queda Ya? que a pesar de comenzar suave y con una rica instrumentación, las baterías entrecortadas van dando paso a unos riffs tremendamente metálicos acompañados de una voz rota y agresiva.
Las chicas que más guerra dan en Barcelona, toman el pulso al hardcore evolutivo en No lo ves?, complementando la rabia con envolventes melodías creando un todo compacto y atractivo que no deja respiro. El juego a dos o más bandas es vital en el disco y con la misma facilidad que conjugan el poso rockero de Gusano con una espiral paranoica de registros circenses, crean temas sublimes de pop amable en la estela de los últimos Piratas en Nadie Le Vio Caer, de reluciente producción.
El disco finaliza con un auténtico viaje, Una Dimensión de Más, que emprenden junto a unos amigos que las arropan con cellos, violines y percusiones. Además, Mark Ullod que lee un texto perteneciente a El Lobo Estepario del poeta alemán Herman Hesse. Aquí la banda se va por terrenos orientales, principalmente arábigos a los que Sonia no tiene ningún reparo en poner voz. Una estupenda muestra de multiculturalismo dentro del rock.
En Este Mundo es B-Violet, su sello sigue siendo claramente reconocible. Con lo mejor de la experiencia, mayor dominio instrumental y sin su peor consecuencia, caer en el aburrimiento, si bien las primeras escuchas se hacen algo difíciles. Así, estas chicas se muestran corrosivas, densas, siniestras, reflexivas, enérgicas… siguen en este mundo, no nos cabe duda.