Deslocalización es la palabra clave hoy en día y la música no se libra. Por eso ya casi ni nos extraña recibir noticias de un grupo que nace en Salamanca y acaba en Bristol. Es el caso de Aye Aye quinteto nacido aquí pero radicado allá que intenta fusionar géneros (básicamente el pop-rock de corte británico con el rock progresivo) para crear algo diferente, loable objetivo.
Sorteamos la irritante voz en tono lascivo de «Un dado y un peón» entendiendo que detrás se esconde un ansia experimental e inconformista. Así será, aunque en este tema hay ecos de psicodelia más clásica y de The Doors. La exagerada voz es sin duda el punto flaco de una propuesta interesante. En inglés no da tanto el cante, como demuestra «Cave Enar» con un tono relajado y un melódico fondo de sintetizador, pese a la batería nerviosa con ecos de Radiohead o incluso Joy Division.
La paranoia de «Sakalava» nos introduce en un tono de rock psicodélico más rotundo, lleno de irrealidad, gritos y susurros, teclados y baterías fuera de quicio. Finalmente entran los riffs en acción, apuntalando una escalada de rabia inquietante. De nuevo es la banda de Thom Yorke la que más nos viene a la cabeza desde que el piano pone nublada atmósfera a «No Hidden Place» y es que hasta la voz, cálida, versátil pero comedida, nos trae a la mente a los de Oxford.
Aye Aye dejan en este EP pinceladas de abarcar bastante y de hacerlo bien. Hasta que punto esto es positivo o negativo, depende de lo selectivo de cada oído. Por lo demás nos recuerdan a otro de los grupos de nuestro panorama que con más pasión se entregan al rock psicodélico y progresivo, los gallegos Why Go.
Por lo demás, la banda parece estar cómoda en la cuna del trip-hop, pese a no decantarse por estos derroteros. Incluso ganando cierta repercusión en la escena local. En esto de la música, no serían ni los primeros ni los últimos profetas en tierra ajena.