Amplifier son un trío de rock progresivo, a imagen y semejanza de otras bandas como Porcupine Tree, Anathema o Aerogramme, pero en este caso con un afán de sonar distinto, quizás muy influido por la personalidad de la cabeza pensante de la banda, Sel Balamir, y su manera típica de cantar que hace recordar en ciertos puntos incluso a unos Tool, todo ello con una batería compleja, riffs muy personales y ambientes sicodélicos, cercanos al “space rock”. Este es la tercera obra de la banda, segundo LP, y la verdad es que escuchados los dos discos anteriores tenían muy complicado superarse, pero se esperaba que este segundo largo les sirviera, como poco para afianzarse.
“Gustav’s Arrival” es el prologo instrumental con variaciones de riffs y una batería a base de redobles, a una de lo que ya es una de las canciones insignia de la banda, ”O Fortuna”, con ese riff tan adictivo y el ritmo de desfile, con todo el despliegue de fases propias del rock progresivo. “Insider” se abre con guitarra punteada, para pasar a riffs y partes más ambientales, con la voz de Balamir sonando como un Mascis en Dinosaur Jr, dando toda la fuerza emotiva a los contrastes musicales de fondo. En “Mongref Anthem” la voz ya se muestra mucho más expresiva y toma preponderancia sobre la música, con riffs más contundentes. “RIP” suena como un tema más orgánico, perfectamente radiable en las radios de consumo masivo, por sus estribillos más a la usanza.
El resultado final del disco más que cumple con las expectativas iniciales, no supera ni al álbum de debut, ni al Ep “The Astronaut Dismatles Hal”, y quizás le sobre algún tema y minutaje en algún otro, posible fruto de cierta apresuración, pero los aciertos y grandes momentos más que compensan los pequeños errores, aunque abre cierta incertidumbre sobre si la banda será capaz de evolucionar y no estancarse. Pero ateniéndonos al momento actual, “Insider” no sólo afianza a Amplifier como realidad, sino que el disco logra situarse entre lo mejor de lo editado en el año, sin ningún genero de duda y eso que por Madrid, no pudimos verlos como teloneros de Opeth.