/Reseñas///

Alice In Chains – Black Gives Way to Blue

Alice In Chains - Black Gives Way to Blue portada
Virgin, 2009
Productor: Nick Raskulinecz
Banda: William DuVall, Jerry Cantrell, Mike Inez, Sean Kinney

Géneros: , ,

8.7

Vayamos cuanto antes a repasar la tediosa historia y condicionantes. Alice In Chains fueron un grupo que supo explotar con éxito la vena más metálica del Seattle de los 90. Su vocalista Layne Staley nos conmovió no sólo con sus oscuras y desesperadas letras sino finalmente con el suicidio. Años después Jerry Cantrell, motor compositivo de la banda decide reformarla para una gira junto al vocalista William DuVall por entonces simplemente el cantante de una banda de postgrunge llamada Comes With the Fall. La gira triunfa, DuVall cumple más que razonablemente su complicado papel y Cantrell se anima a continuar el legado discográfico de la banda, aún en contra de muchos fans.

Eso es «Black Gives Way To Blue», un nuevo capítulo para la banda que se abre también a nivel lírico con «All Secrets Known», pesada y de riffs misteriosos. Un sonido que no se aleja ni un ápice de lo esperado de la banda, aunque notaremos como Cantrell ha hecho un esfuerzo por buscar la variedad procurando no salirse en ningún momento del sonido que su banda trazó en su carrera, desde los sonidos más heavies a la acusticidad próxima al folk.

Y así quisieron mostrarlo con dos singles de adelanto; el primero, «A Looking In View» despliega un riff de lentitud demoníaca que se recrea y alarga la canción hasta los 7 minutos en unos tiempos propicios para el metal de largo minutaje, mientras Duvall y Cantrell juegan a hipnotizar con esa doble voz tan característica de la banda. La otra, en el polo opuesto, es «Check My Brain», escueta y con un riff retorcido y pétreo que hace un genial juego con las melodías vocales. La extrema adicción que ejerce en el oyente la convierte en una de las mejores canciones rock de 2009. A la postre, la filtración de estos dos temas fue un lastre para la escucha de un disco en el que inevitablemente sobresalen.

Entre los momentos más extremos destaca «Last of my Kind», deliberadamente heavy y que oscila entre el templado tono del grunge metálico y los estallidos ochenteros a lo Metallica. «I’m the last of my kind still standing», que reza la letra podría incluso leerse como una afirmación de un Jerry Cantrell que es de los pocos de su generación que sigue vivo y solvente a nivel creativo.
«Your Decission» abre la veda para las baladas y tampoco aquí, donde a DuVall se le deja mayor protagonismo, decepcionan. Cantrell mantiene la capacidad para crear atmósferas acústicas emocionantes y ahora si cabe, cuenta con mayores recursos de producción para cuidar hasta el último detalle. Más interesante es si cabe «When The Sun Rose Again» donde por una vez el instrumento a destacar es la percusión tribal utilizada que contribuye al aire agitado dentro de la calma, un viaje con su punto de psicodelia y de lo más fresco que nos traen los AIC del nuevo milenio.

No todo es tan genial. Por ejemplo «Acid Bubble» sin poder ser calificado de tema mediocre cuenta con una parte lenta en la estrofa que más que sonar a Alice In Chains suena a banda post-AIC, como si fuera una canción de Cantrell escrita para Korn. La sensación levanta con «Lesson Learned», más que correcta aunque poco sorpresiva. Bueno, tampoco es que los de Seattle hayan hecho discos que sean una montaña rusa de estados de ánimo. «Take Her Out» continúa con el tono tan típico del medio tiempo noventero, aunque con un clima de tinieblas rasgado por las armonías vocales, uno de los puntos fundamentales del éxito de este regreso.

Y justo cuando pensamos eso nos llega «Private Hell» que supone esa cara más áspera de la banda que el disco estaba casi totalmente ignorando, la crudeza de una banda capaz de sacar temas como «Grind» de single y quedarse tan ancha. De todos modos el tema avanza desde terrenos áridos hasta una épica hard-rockera más digerible. Y para digerible, el final: ¿Quién iba a imaginar a Elton John contribuyendo al piano para un grupo de grunge? Pues así sucede y dejando prejuicios una vez más, es una bonita balada con aura mágica en honor a Layne Staley, perfecta por su breve duración.

La calidad de «Black Gives Way to Blue» no desmerece al nombre de Alice In Chains, si bien es cierto que se nota que es obra de un sólo hombre. También lo es que aquí falta bastante de la rabia de aquellos días, pero son otros tiempos, la madurez ha llegado sobradamente y aún así la música de Cantrell se mantiene joven. DuVall cumple y seguramente sea fundamental para dinamizar el directo, pero en disco hubiera sido todo más creíble si Cantrell hubiera adoptado todas las tareas vocales dado que sigue compartiéndolas, como ya hiciera en su día con Layne. En todo caso el riesgo a pegarse el batacazo ha merecido la pena. Con creces.

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1 de enero de 2009