El 18 de abril celebramos el Record Store Day, un evento anual que tiene lugar el tercer sábado del mes y que trata de conectar a bandas, sellos y sobre todo tiendas de discos, con un actor imprescindible para la supervivencia de estas últimas: la gente.
El asunto es que estamos todos encantados con esto de Internet y que se vayan las grandes discográficas a zurrir mierdas con un látigo. No hay más que ver lo anodinos que son los listados de sus próximos lanzamientos, en el mercado español. En ellas, lo más interesante que observamos son reediciones de vacas sagradas que no aportan ya nada. Edición de lujo remasterizada, remezclada, pasteurizada, hipermineralizada y en CD. Sobre todo, en CD. Ese es el nivel.
Ganando batallas, perdiendo la guerra
El papel de las grandes discográficas hoy en día se ha quedado en, básicamente, dar el coñazo. Lease poner trabas a los sistemas de streaming (que tampoco cuentan con mis simpatías, pero eso para otra vez). Pero la cosa es que no queremos salirnos de Guatemala para entrar en Guatepeor y acabar teniendo que comprar los discos en el Ikea o el H&M. No lo digo por decir, la multinacional textil Urban Outfitters ya es un decisivo actor en la venta de vinilos y se reparte el pastel con la otra gran amenaza, que es Amazon. Y hombre, el vinilo mola, pero ahora que los sellos independientes comienzan a tener más que decir en la industria, lo suyo es que preservemos las tiendas de discos. Las que queden. ¿Que en tu ciudad ya no hay? Vaya.
Pues eso, para que las tiendas de discos no mueran nace esta iniciativa que pasa por realizar lanzamientos especiales que sólo se pueden conseguir físicamente en estos puntos. Un intento por seguir fomentando un coleccionismo que, mucho me temo, morirá con nuestra generación. Lógico, la industria musical con sus prácticas se ha despegado de una generación y la siguiente ya suda bastante de comprar discos, por mucho que haya un revival del vinilo.
Youtube killed the conceptual record
Y esto no pasa porque la juventud de hoy día sea menos materialista, precisamente. Simplemente no entienden ya el concepto del disco y con razón. No se les ha enseñado a ser culturalmente pacientes. La canción buena es el single, esa de la que el sello ha lanzado un teaser, después un lyric video, quizá una estrategia viral de por medio y luego un vídeo en condiciones. Esa y las otras dos con las que hicieron lo mismo después. Pensar que el resto del disco tiene que sobrar, resulta bastante lógico.
Porque sí, también hace 20 años había singles y vídeos, pero se consumían de una forma muy distinta. Del videoclip en television que había que estar en ese momento enchufado para verlo, a escuchar el disco, había un abismo. Del clip en Youtube que puedo ver cuando quiera, al disco en Spotify, apenas hay diferencia. Personalmente, desde esta perspectiva me cuesta poco, poquísimo entender a chavales a quienes eso les parezca una cosa de viejos nostálgicos.
En cualquier caso, si tú, jóven o crecidito, aprecias el concepto del disco y valoras su coleccionismo, infórmate de las actividades y lanzamientos que tienes cerca de tu ciudad con motivo del Record Store Day. Si es que tienes la suerte de que aún hay tiendas.
Y para ilustrar audiovisualmente el hilo, qué mejor que el himno vinílico de Pearl Jam que ahora que lo pienso, bien puede ser el primer lyric-video que tuviera el placer de visionar.