Desde estas líneas, me quiero sumar a las excelentes recomendaciones antiviolación del Ministerio de Interior. Unas pautas muy incomprendidas, que aún así se dejan fuera un ámbito crucial para la juventud de hoy en día. El mundillo de los festivales tiene mucho peligro y siguiendo estas pautas unisex -que en feiticeira somos políticamente correctos y no discriminamos más que a los fans de Kasabian- seguro que te evitas algún que otro disgusto.
- Cuando vaya a un festival de varios días, no se duche durante su estancia en la acampada. Esta medida le ahorrará además hacer colas y alargará sus horas de sueño. Se recomienda dejarse de duchar ya en casa un par de días antes con carácter preventivo. Si se trata del Viñarock, pase usted directamente al siguiente punto.
- A la entrada del festival, no deje de cubrir su cuerpo con objetos varios para evitar que los profesionales de seguridad le hagan tocamientos indebidos. Puede utilizar latas de cerveza, petacas o botellas de plástico para aplacar el manoseo indiscriminado a sus partes más íntimas.
- Lleve camisetas que no se ajusten al tipo de festival en el que se encuentre, eso minimizará su atractivo para la fauna autóctona. Eso sí, esté siempre al tanto no sea que el black metal triunfe entre el indie más intelectual o que estemos en pleno auge del neoRaphaelismo. Lea Pitchfork y si es necesario mire los santos de Vice para que no le salga el tiro por la culata.
Hay jueces deliberando sobre si su presencia en casi todos los festivales se puede considerar acoso
- Tenga precaución si acampa sol@. Para alejar posibles asaltantes puede decorar su tienda de campaña con motivos que denoten taras psíquicas como la estampa de una virgen, un falo gigante muy velludo o un logo de UPyD.
- Acuda siempre con el dinero justo. Los precios de comida y bebida en festivales provocan un efecto tántrico equivalente a un desgarro anal severo.
- Evite los puestos promocionales de todo tipo de bienes y servicios que le prometen suculentos premios a cambio de dejar sus datos. Puede que sea todo una argucia orquestada por un grupo de violadores a gran escala que se escudan tras la ropa de skate de turno.
- Si se ve obligad@ a drogarse en una esquina poco iluminada, tome precauciones. Un violador straight edge podría estar acechando para reprocharle su conducta.
El excelentísimo alcalde de Valladolid aprueba una de cada tres de estas medidas. En serio.
- Juegue al desconcierto si alguien trata de ligar con usted. Con hablar de los grupos que tocaban a primera hora bastará para que cualquier persona con intenciones sexuales se aleje en busca de otra presa más fácil.
- Si se ve atrapad@ en un concierto multitudinario de indie español con gente coreando las letras, trate de mantener la calma. Aunque de miedo, nadie le va a violar en este entorno, tienen tod@s su objetivo puesto en Pucho. Aléjese lentamente moviendo la boca como si corerase frases sin sentido y pronto estará a salvo bebiendo en la barra.
- Si, para regresar al camping/casa/camastro en el que pernocta, existe un autobús, evite subirse a él con más gente. Espere cuanto sea necesario, la seguridad es lo primero. Si no fuera capaz de esperar y por si dentro del vehículo le venciera el sueño, cúbrase la zona pélvica con un libro que parezca muy aburrido.
Si cumple con todas estas pautas de conducta, raro será que tenga algún percance en ningún festival. Nosotros, al igual que el Ministerio estamos deseosos de ampliar esta información así que no dude en dejar en los comentarios cualquier otra precaución que pueda tomarse en este hostil entorno festivalero. Entre tanto, que Luis de Guindos reparta suerte.