Hacer a estas alturas una biografía de la banda es un trabajo duro, desde el punto de vista sentimental y lógicamente nostálgico. Fue la banda que lideró, tal vez a su pesar, todo el movimiento del «rock alternativo» estadounidense de los primeros 90. Con influencias tan dispares como los Beatles, Stooges, Led Zeppelin, Sonic Youth, Black Sabbath, REM o Pixies, tres jóvenes (cuatro si incluimos a Chad Channing, batería de Bleach) formarían parte de un grupo esencial que no parece, diez años después, que vaya a caer nunca en el olvido.
Este papel de líderes de una escena no es precisamente algo con lo que se sintieran cómodos, puesto que ellos sabían que les era dado por su éxito comercial. Como diría Dave Grohl años después: «Fueron Pixies y Jane’s Addiction quienes abrieron la puerta». Y es que cuando Nirvana editaron un más que notable álbum de debut, Bleach, las bandas citadas ya habían publicado sendas obras maestras (Surfer Rosa y Nothing’s Shocking respectivamente). Aún así, Nirvana se convirtieron de cara al público masivo en los padrinos del tan difuso movimiento.
Volviendo al corazón de la banda, la conexión entre Kurt Cobain y Krist Novoselic sería básica a la hora de entender la formación del grupo. Ambos fans de Led Zeppelin, de Devo, del punk en general y ambos hartos de su entorno, Aberdeen, un sitio donde, según relata Cobain, «A la gente sólo le interesa talar árboles, beber, practicar sexo y beber, hablar sobre sexo y beber un poco más.» Con semejante panorama es normal que tanto Kurt como Krist quisieran huir hacia Olympia o Seattle, las grandes urbes más cercanas.
Mientras se encaminaban a lograr ese objetivo, forman una banda de versiones (más que nada de la Creedence Clearwater) donde Kurt toca la batería y Krist la guitarra, bajo el nombre de Fecal Matter, siendo aquí donde se unen los caminos de los dos, gracias a la insistencia de Kurt. Más tarde escriben temas propios bajo nombres tan dispares como Skid Row (nada que ver con la banda de Sebastian Bach), donde tocan temas de su repertorio posterior como la versión Love Buzz que aparecería en Bleach. Más tarde se bautizarían como Ted, Ed & Fred, Bliss y otra serie de nombres, a cual más desconcertante hasta llegar a Nirvana.
Tras estos duros comienzos, allá por el 1988 Jack Endino (el mítico productor de bandas como Soundgarden o Mudhoney) escucharía una maqueta de la banda. Cuando Jonathan Poneman (capo de Sub Pop) le preguntó por alguna nueva banda que añadir a su catálogo, Endino le respondió: «Hay un chaval que vino el otro día… para serte sincero no sé que hacer con la demo que trajo. Tiene una voz realmente sorprendente, vino con Dale Crover (batería de Melvins). No sé que hacer con la demo pero su voz es muy poderosa. Y tiene pinta de mecánico de coches».
Finalmente Nirvana acabaría fichando por el sello. Tras probar varios baterías, se deciden por hacerse con los servicios de Chad Channing, que tocaba con la banda Tick Dolly Row y de la que, Ben Shepherd era su cantante. Lógicamente no duraría mucho el proyecto ya que éste último iría a tocar el bajo con Soundgarden. Como es fácil adivinar, en Seattle casi todo el mundo había tocado en otras bandas o como mínimo tenía amigos en ellas.
Tras incluir Spank Thru en el recopilatorio Sub Pop 200 y editar el single Love Buzz, se publica su primer álbum, Bleach, que costeó Jason Everman, guitarra acreditado en el disco sin tocar una sola nota. A pesar de su prácticamente nula repercusión comercial, el disco llegó a sorprender entre el gremio, como a Iggy Pop que declaró: «Escuché este disco hasta gastarlo, recuerdo que es la última vez que una pequeña banda me excitó.», a Mark Abshire, bajista de Nebula: «Mi disco favorito de Nirvana, porque es el más puro.» o a Christian Olde Wolbers, bajista de Fear Factory: «Me encantaba Bleach. Me inspiró mucho. Es un disco mucho más punk que Nevermind». Por poner otro ejemplo, Kim Thayil, guitarrista de los pioneros Soundgarden, lo considera uno de sus 5 discos favoritos de la historia.
Entre este disco y la realización de Nevermind pasaron algunas cosas reseñables, como el frustrado disco de blues de Kurt y Krist con Mark Lanegan y Mark Pickerel. Al final sólo grabarían dos versiones de Leadbelly (la archiconocida Where Did You Sleep Last Night? que acabaría apareciendo en el primer disco en solitario de Lanegan, The Winding Sheet y más tarde en el Unplugged in NY) y Ain’t It A Shame, cantada por Kurt. Este posible single nunca llegó a ser publicado a pesar de que Poneman asegura que la interpretación vocal de Cobain fue «de las mejores que jamás le había oido».
La banda estuvo a punto de ser cuarteto, pero los consejos de gente de Mudhoney, Tad o Screaming Trees, les convencieron de lo contrario. Ben Sephard fue el nombre que se barajó. Kurt diría más tarde: «Sigue pesándome aquella decisión porque me encanta ese tío. Hubiera encajado seguro. Se le iba la olla a veces, pero ya está bien, prefiero alguien así a un malhumorado metalhead.»
Nirvana se embarcarían en 1989 en una gira inglesa con Mudhoney (los más populares por entonces) y Tad, cautivando a los medios ingleses por medio de la rabia e intensidad de los directos. En esta gira la banda va puliendo sus gustos y sale a flote su gusto por escribir canciones de base pop.
|Reacciones viscerales|
A la hora de regresar al estudio, Cobain quería hacer algo radicalmente distinto a Nevermind, algo que le devolviese ese sentimiento de autenticidad e independencia. Algo, en definitiva, menos pop. Esto se acompañó con lamentaciones del guitarrista apuntando a que nunca debió dejar que retocaran Nevermind, dejándolo con un sonido demasiado limpio. La nueva crudeza ya se pudo escuchar en Oh, The Guilt, un single que publicaron para el sello independiente Touch And Go compartido con The Jesus Lizard.
Para su tercer disco, Cobain propuso títulos como I hate myself and I wanna die que obviamente la compañía rechazó. Aún sin título provocador, In Utero supuso un asalto a la industria y terminó por confirmar que Nirvana no eran una banda con un momento de inspiración y tampoco eran tan inofensivos como el rock que triunfaba por entonces. Por si fuera poco su lanzamiento vino marcado por la polémica que creó un diario al publicar artículos en contra de la pareja, su relación con la heroína y el embarazo de Love.
Las canciones estaban cargadas de ira e incluso los momentos reposados como Dumb o All Apologies eran mucho más viscerales que las de Nevermind. Por si fuera poco un sonido mucho más crudo, obra de uno de los productores estrella del underground, Steve AlbiniPixies que contaba en su currículum trabajos de o PJ Harvey.
Para muchos, entre los que me incluyó, In Utero fue el mejor disco de una carrera ascendente hasta que fue truncada. Temas históricos tanto llenos de una belleza agridulce (All Apologies, Dumb, Pennyroyal Tea) como rabiosas (Rape Me, Milk It o Scentless Aprentice).
Fue más tarde, en diciembre cuando grabaron el ya mítico Unplugged In New York, disco que dignificó dicho concepto. De nuevo son criticados por ello, si bien demuestra una vez más que la banda no se apoya en la distorsión sino en grandes composiciones.
En 1994 se apaga el genio y continúa la leyenda. Nos despertamos el 6 de abril con la terrible noticia. Kurt Cobain fue hallado en su mansión con la cabeza reventada por un disparo de rifle supuestamente autoinfligido. Una nota de suicidio nada clara que populariza una cita de Neil Young, con la que concluye. «It´s better to burn than to fade away» lo que más o menos sería, «Es mejor arder que apagarse lentamente». Y lo hizo con la fuerza y espectacularidad de una estrella fugaz.
|En vivo después de muerto|
Como hemos dicho, continúa la leyenda y sobre todo el negocio. En pocos meses se edita Unplugged In New York, imprescindible para comprender su música en toda su extensión y posteriormente los miembros restantes de la banda son requeridos a rebuscar entre las cintas de archivo para ensamblar una recopilación de temas en directo, From The Muddy Banks of the Wiskah.
Empiezan a circular todo tipo de discos piratas, de rarezas, etc, como los Outcesticides, hasta que ya en 2003 asistimos a la edición de una caja recopilatoria con material inédito en disco oficial y una canción nueva que nos devuelve la nostalgia como si Kurt hubiera muerto anteayer, You Know You´re Right.
A pesar de la imagen que nos han querido ofrecer de Kurt como un artista maldito, desesperanzado y con clara tendencia suicida, lo cierto es que quién tuvo la oportunidad de conocerle no opina así y sirva para ilustrar esto un comentario de Iggy Pop: «Estuve con Cobain de copas un par de veces y me pareció un chaval normal, no me pareció autocompasivo ni me dio el coñazo con sus comeduras de coco. Pero esa es la imagen que la prensa ha difundido de él».
Del resto de miembros seguimos teniendo noticias. Dave Grohl pronto se embarcó en un nuevo proyecto; Foo Fighters, que cultivó un lado más pop y digerible dejándo grandes discos. Actualmente se ha convertido en uno de los músicos más inquietos de la escena colaborando con bandas como Queens of the Stone Age o Killing Joke y atreviéndose con proyectos como Probot.
Por su parte Novoselic probó suerte con Sweet 75 cuyo disco pasó sin pena ni gloria y recientemente con Eyes Adrift con los que tampoco ha obtenido gran éxito. Mientras, se dedica a concienciar a los jóvenes estadounidenses a que voten por la democracia y hace unos meses se dice que contrajo matrimonio con una actriz bastante mayor que él.
En definitiva no podemos decir que Nirvana fuera la banda más punk de la historia pero basta echar un vistazo al panorama actual para darse cuenta de que por lo menos tuvieron bastante más audacia que la mayoría.