Contadnos cómo surge la banda, al parecer todo vino de unas jam sessions llamadas What The Fuck!, ¿verdad?
Adriano Galante: Seward nace el 25 de Enero de 2010 en la What The Fuck Jam Session del Jamboree. Aurelio Santos, alma máter del evento, me propone abrir a mi nombre una de sus sesiones, en las que cada lunes desde hace diez años cierto músico o cierta banda inaugura la noche con su propuesta, dando paso después a infinidad de intérpretes libres. Tras un tiempo preparando las canciones de lo que iba a ser y no fue el segundo disco de mi primer proyecto, las piezas sonoras de varias performances y habiéndome adentrado más a fondo en el universo de la improvisación; decido buscar a cinco personajes habituales de mi día a día, todos ellos ideales para tal empresa, ofreciéndoles recoger conmigo toda esa música recién sembrada y descubriendo juntos un nuevo camino de intenciones inesperadas, encontradas en la raíz primitiva de la composición más pura. ¿Nombre? La S. entre William y Burroughs, un sonido sin traducción, de conceptos múltiples y con varias posibles pronunciaciones: Seward. El público asiste a la sucesión de accidentes, responde sorprendido y, a los pocos días, vuelve a llenar otras dos salas de la ciudad hasta colgar el sold out. Asistimos al colapso de alegría y decidimos hacer la banda nuestra, de todos y cada uno de nosotros, y así, íntegramente independientes y en menos de diez conciertos… ¡Primavera Sound, BAM y Primavera Club!
¿Y cómo han ido surgiendo las canciones? Suponemos que dada la naturaleza del grupo vuestro material grabado no es más que «una foto» de la canción en un momento dado, ¿no?
Martín Leiton: Las canciones como tal surgen como material armónico, melódico o lírico. A posteriori se van extendiendo en forma y en instrumentación gracias al trabajo de nuestros encuentros. Digamos que nos sirven también de vehículo para explorar las posibilidades sonoras e imaginativas de las que disponemos como músicos.
Todas las grabaciones son eso, fotos de la música que ya no volverá a ser lo que en ese momento fue, fotos que documentan algunas partes del momento en el que fueron tomadas, pero que, sin querer desmerecer algo tan maravilloso como es la música grabada, de la cual tanto disfrutamos, ni con la más alta fidelidad pueden llegar a sustituir a la música escuchada en directo, las vibraciones que los instrumentos nos pueden hacer llegar a sentir por medio del aire, ni la presencia de un músico tocando en la cercanía.
Es una pregunta algo típica pero, ¿os consideráis una banda de directo? Es decir, ¿es donde mejor funciona la experiencia de Seward?
Juan Rodríguez Berbín: Si. Presenciar la música mientras sucede, mientras está viva y no puede ser capturada es algo único y nosotros preferimos esa experiencia a cualquier otra. Mover el aire delante de ti, empujarte y levantarte. Que pase algo. Si, la música viva y en directo es nuestra mayor apuesta, creemos en eso y es algo que necesita ser vivido con todo el cuerpo.
Es curioso que con esto de las ventajas que da Internet para ser escuchados por gente muy lejana vosotros hayáis estado presentes en festivales como el Vive Latino de México, South By Southwest en EEUU o el Great Escape de Reino Unido.
Juan Rodríguez Berbín: Y para el año que viene hemos sido invitados al Eurosonic y los festivales Pohoda, Sziget y Exit por mencionar algunos de los internacionales. Hay mucho trabajo detrás para lograr esto pero creo que el factor determinante es la fuerza y convicción que tenemos al hacer lo que hacemos. Tanto nuestros managers como nosotros, vivimos Seward a pleno y eso de alguna manera se contagia y así, de la emoción y las ganas, del respeto por lo que hacemos, los programadores nos invitan a participar en sus eventos. Estamos muy agradecidos de que así sea…
Claro que el internet ofrece ventajas pero antes de que existiera la vorágine de internet ya habían giras y música transgrediendo fronteras.
Mantenéis ese curioso estado de alejamiento de redes sociales y de todo lo que Internet trae a la música. ¿No queréis estar sobreexpuestos o es simplemente que no os apetece?
Pablo Schvarzman: Ninguna de las dos. Nuestra postura es consecuencia de un estado reflexivo. ¿Realmente son necesarias las redes sociales y otros servicios digitales? ¿Realmente pueden comunicar una experiencia en su completa dimensión? ¿Es el artista quien debe hablar de si mismo? Son preguntas que están empezando a escaparse al fin de una narcótica zona de confort. Desde David Byrne a Diego Manrique, varios personajes reconocidos de la industria musical están exponiendo sus dudas. Nosotros llevamos haciéndonos esas preguntas desde hace 3 años, desde el momento en que nació Seward. Por el momento sólo podemos responder con experiencias, con realidades. Nuestra realidad es que hasta el momento no hemos necesitado tales servicios digitales.
Quizás con esto invitáis a que la primera toma de contacto real con la banda sea viendo un concierto. ¿no? A partir de ahí, próximos conciertos o trabajo de estudio, ha de venir sólo…
Pablo Schvarzman: La primera y las siguientes. Nuestros conciertos son siempre diferentes. Somos sensibles a la acústica de la sala, al paisaje que tenemos delante, al público demandante de sensaciones y a la manera en que cada audiencia experimenta ese momento, letra a letra, sonido a sonido. Toda esa energía llega al escenario y moldea finalmente las canciones, nuestra manera de tocar, la decisión del repertorio de esa noche y, en definitiva, nuestra manera de ser Seward. El trabajo en estudio es simplemente la fotografía de un instante, de un momento concreto en la vida de nuestras canciones.
Imaginad que tenéis que definir con palabras como es una experiencia en vivo con Seward. ¿Qué cinco adjetivos utilizaríais?
Jordi Matas: Intensa, poética, desgarradora, profunda y bonita.