Hace no demasiado, en una cena de amigos entre la que se contaba algún que otro argentino, salió en la conversación un central de fútbol del Estudiantes de La Plata llamado Aguirre Suárez que yo sabía que me sonaba de algo. Efectivamente, él, junto a Montero Castillo, fueron quienes dieron nombre a aquel primer Ep de Grupo de Expertos. Ocho años han transcurrido ya desde aquel primer trabajo, ¿por vuestra cabeza pasaba que, en pleno 2014, lo que en su día parecía un pasatiempo paralelo estuviese más establecido que nunca?
Entonces ni siquiera teníamos la intención firme de mantener un grupo estable ni una actividad continuada, simplemente pretendíamos que las canciones que habíamos estado haciendo no permaneciesen ocultas. Pero, del mismo modo que no hacíamos planes de futuro, no nos negábamos la posibilidad de continuar haciendo cosas juntos mientras nos divirtiésemos haciéndolas. El planteamiento no ha cambiado demasiado y así está bien. Hasta ahora ha dado para grabar tres Eps y dos elepés y hacer un montón de conciertos. A día de hoy, aún hay ganas de más.
Disteis vuestro primer concierto en Sevilla hace diez años bajo el nombre de esos dos futbolistas que mencionábamos antes, Montero Castillo y Aguirre Suárez, y en este 2014 habéis vuelto a tocar en el mismo espacio del ciclo Nocturama en el Monasterio de la Cartuja/Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. ¿Lo sentisteis como algo especial, cómo el fin de una etapa y el comienzo de algo nuevo?
Fue solo otro paso más aunque, eso sí, con una especial carga sentimental. Lo pasamos tan bien como la primera vez. Tal vez mejor. Esperamos repetir muchas veces.
¿Cómo han ido estos primeros meses de andanza de la mano del sello del Primavera Sound, El Segell? Sin duda, de primeras sorprendió vuestro salto de la independencia más absoluta, hacia un sello que se presupone ambicioso cobijándose debajo de quién se cobija.
Buscábamos un cambio en la gestión de nuestro management y pretendíamos dedicar todo el tiempo disponible para el grupo a componer, grabar y tocar, olvidándonos de la vertiente industrial, de manera que una discográfica que también gestionase la contratación se presentaba como la opción ideal. Tuvimos la enorme suerte de recibir algunas propuestas y la de El Segell del Primavera Sound nos pareció la más conveniente. Ha sido un buen comienzo. Aún estamos acoplándonos, tratando de hacer que el funcionamiento del grupo y el del sello se combinen y consigan resultados que convengan a ambas partes. Ojalá sea así. Hasta el momento está siendo una relación fluida porque, aunque parte de una gran estructura, el sello funciona a pequeña escala y resulta fácil para nosotros compartir ideas y esfuerzos con ellos.
¿Siguen siendo vuestras reuniones para componer tan esporádicas como habéis comentado siempre, o Grupo de Expertos es hoy en día la principal ocupación de la mayoría de quienes lo formáis?
El Grupo de Expertos Solynieve sigue funcionando como siempre. Seguimos aprovechando nuestros breves encuentros para ensayar y grabar nuevas canciones a la vez que preparamos nuestros conciertos. No hay un trabajo continuado, más bien nos dejamos arrastrar por ráfagas de viento creativo.
Y en cuanto a la vida en la carretera de la banda, parece que os estáis prodigando más que nunca, y tras las habituales fechas festivaleras habéis seguido presentando “Coolinas Bermejas”. Granada, El Prat de Llobregat, Cádiz, Valencia… y una última fecha esta semana en Madrid el día 6. ¿Pensáis dar más conciertos dentro de lo que podría considerarse la presentación del Ep, o se puede decir que la de Madrid es el fin de gira?
Es cierto que no nos prodigamos en los escenarios. Hemos hecho unos diez conciertos desde la publicación de “Colinas Bermejas”, mucho más de lo que acostumbramos. El de Madrid será el último por un tiempo. Diferentes compromisos, como la gira americana de Los Planetas y algunas grabaciones pendientes, nos van a tener fuera de los escenarios otra temporada.
Y para después, ¿estáis trabajando en algo próximo, o habrá que esperar aún un tiempo más o menos largo?
Ya hay algunas canciones grabadas pendientes de ciertos detalles antes de darlas por terminadas. Supongo que formarán parte de un nuevo Ep que, si nada lo impide, publicaremos no muy tarde, aunque ya en 2015.
En vuestro último Ep, “Colinas Bermejas”, la temática sigue por los derroteros habituales. Ya solo los títulos, con referencias al calor o la libertad sirven para hacerse una idea de que la alegoría al sur sigue tan presente como siempre. Sin embargo, llamaba la atención ese tema llamado “Sahariana”, en el que os desplazáis aún más hacia el sur si cabe, y donde se filtran incluso influencias tuaregs. ¿Andáis enredando últimamente con todo esa ola de rock que encabezan Tinariwen? ¿Podemos esperar en el futuro nuevos deslices hacia esas sonoridades?
Hace siete u ocho años que venimos siguiendo con atención a bandas como Tinariwen y la psicodelia es desde siempre una notable influencia para los cinco, se manifieste más o menos en nuestras canciones. “Sahariana” es una improvisación en estudio, algo natural y espontáneo que puede volver a surgir o no. No acostumbramos a planificar mucho cómo deben sonar nuestras canciones, simplemente dejamos que ellas decidan la forma en la que quieren sonar. Esto, aunque pueda parecer impreciso, es lo que hacemos cuando entramos al estudio.
Los temas sociales y políticos siempre han estado presentes en vuestras letras, y desde luego corriendo los tiempos que corren no parece que vaya a dejar de ser así, pero en este caso os quería preguntar sobre la polémica surgida en torno al libro de Víctor Lenore, “Indies, Hipsters y Gafapastas”. Como banda a la que se puede incluir dentro de lo que se entiende como Indie, y a su vez como formación con un marcado carácter social, ¿qué opináis de la simplificación que Lenore expone a la hora de querer definir al Indie como el egolatra sonido de las clases dominantes?
Aún no he leído el libro y, por tanto, no puedo hablar con propiedad al respecto, así que prefiero no hacerlo. Víctor siempre me ha parecido un crítico serio y documentado y no voy a juzgar ahora su trabajo en base a comentarios. En cualquier caso, el Grupo de Expertos Solynieve ha vertido desde el principio opiniones que nos posicionan claramente y espero que esas opiniones siempre se tengan en cuenta a la hora de, si fuera necesario, etiquetarnos.
¿Estáis de acuerdo con esos postulados que hablan de la música alternativa como una nueva forma de consumo totalmente asimilada por el mainstream, y por lo tanto como modos de consumo aún más condenables si cabe, por su supuesto carácter elitista y diferenciador?
Si es mainstream, no es alternativa. Se etiqueta equívoca e interesadamente cierta música como alternativa porque se reconoce cierto prestigio en ese adjetivo que la música a la que ahora designa no tiene. Pero, al pan pan y al vino vino. Aún hay miles de bandas al margen de cualquier estructura, con discursos y modos de funcionar contrarios a la industria que no les abre hueco o, directamente, trata de aniquilarlas. Que traten de vender como caviar el sucedáneo no debería sorprendernos ni preocuparnos a estas alturas. Olvidemos el debate terminológico. Lo que no deberíamos hacer es ignorar a las bandas, discográficas o promotores que funcionan de manera realmente independiente, que los hay, y perdernos en un debate superficial y estéril en el que, aunque creamos que todos hablamos del mismo asunto, unos hablamos de arte y otros de dinero.