Te pasas la semana buscando casa por el barrio de La Guindalera y llega el fin de semana, para acercarte a ver a Uzzhuaïa a la Ritmo y Compas y te acabas perdiendo y llegando veinte minutos tarde, para ver a los teloneros, Nancy Hole. No tengo perdón.
Menos aún, si digo la verdad, de que antes del concierto conocía a los Monkey Hole y a Nancys Rubias, pero a Nancy Hole, no los conocía. Error por mi parte, porque a lo largo de la media hora que pude escucharlos estuvieron muy bien. El bajista recordaba a Lemmy de Mötorhead y el cantante llevaba corte de pelo a lo Chris Cornell y voz que en alguno puntos recordaba al mismo, con algún intento de movimiento a lo Axl Rose. Muy bien estuvieron esta banda de hardrock a la que habrá que tener en cuenta en el futuro y que me gustaron bastante, teniendo en cuenta que no conocía su repertorio. Eso sí, la versión que hicieron del “Crackerman” de los Stone Temple Pilots hizo verdadera justicia al original.
Uzzhuaïa hicieron acto de presencia a eso de las once menos veinte, ante una sala más vacía de lo deseable, con un Pablo con sus pintas a lo Kurt Cobain. Se veía que interesaba más por los comentarios oídos a lo largo del día la detención de la Pantoja o el Atlético – Barcelona del día siguiente, que ver, a la para mi, banda más en forma del panorama hard rockero español. Yo siempre he considerado que un concierto de hard rock es un 30% aptitud y un 70% actitud. Uzzhuaïa a lo largo de la actuación cumplieron perfectamente con el 30% de aptitud, pero en el apartado actitud anduvieron al 80% , por lo que el conjunto llego al 110 %. En el lado negativo sólo hay que apuntar ciertos problemas de sonido que impidieron escuchar claramente tanto al cantante de Nancy Hole como a Pablo de Uzzhuaïa. El caso es que cuando Pablo tocó a los teclados adornados “como un árbol de navidad”, según el mismo, fuera de lo que es el escenario habitual, su voz sonó mucho mejor.
El set list estuvo compuesto por la práctica totalidad del último disco, que a mi personalmente me parece mucho mejor que los dos anteriores, incluyendo acertadamente alguno de los mejores temas de sus anteriores discos, como “El efecto diablo”, “Viaje sin fin” o “He cambiado”, junto a “Lejos de mi ciudad”, que dedicaron a sus compañeros de escenario Nancy Hole, cuyas interpretaciones me llegaron mucho más en directo que en disco. Espectacular fue la jam central que se montaron con “Tu salvación”, que hizo subir el nivel del concierto, curioso la dedicatorio a los “hijos de puta sin los cuales no estarían aquí” del tema “Enero”, memorable fue el pedazo versión que se cascan de “La chispa adecuada” de Heroes del Silencio, una de las pocas versiones que superan al original y como he dicho, muy emotiva fue la interpretación de “La otra mitad” el tema más lento del repertorio, a parte de que en todo momento se mostraron muy comunicativos con el público y desprendiendo muy buen rollo entre los miembros de la banda.
El concierto de una ajustada hora y cuarto, lo que para mi gusto tenía que durar el concierto con el actual repertorio, transcurrió mientras los miembros de la banda apuraban una botella de vino y recuerdos a la paella valenciana. Una paella no se comieron pero si dejaron satisfechos al público madrileño con el concierto estos valencianos. Salvo que los “minis” de la Ritmo y Compás son de Cruzcampo, la noche me salió redonda: un nombre más de un grupo a seguir, Nancy Hole y la confirmación de que Uzzuhaïa son una de las mejores bandas en directo de este país. A ver si vuelven a cocinar un disco tan apetecible como el último disco, y vuelven a la capital, porque el que escribe ha quedado con ganas de tomar otro plato más de este fenomenal grupo valenciano.