/Crónicas///

Unfinished Sympathy, The – Madrid (26/05/2007)

Pablo Salas, Eric Fuentes, Iban Puigfel y Joan Colomo
9.5
Costello Club, Lleno
Precio: Invitación / 6 €

Que sí el show «1, 2, 3…» de Standstill, que sí Madee tocando para Jeremy Enigk o con un cuarteto de cuerda… ¿Y que pasa con sus primos hermanos de The Unfinished Sympathy? Pues ellos siguen con sus acústicos… Bueno, a decir verdad los que esperábamos un mero acústico de su paso por las Quiksessions de Quiksilver, en la madrileña sala Costello, nos dimos con un sorpresón…

El infernal calor de la planta baja de la céntrica sala madrileña y un concierto que perdía visibilidad según uno se iba hacia atrás no valieron para aplacar semejante despliegue de ideas. Al frente, Eric bien secundado por Iban al bajo eléctrico y el seguro Pablo tras las (suaves, en este caso) baquetas. Pero en esta ocasión, si alguien llevo el peso de la actuación junto al inevitable Eric fue Joan Colomo con sus cachivaches y acústica, pues Oriol ha dejado temporalmente la banda para «atender a los biberones».

¿Por qué destacar tanto a Joan? Pues por que sin duda dio una vuelta de tuerca al sonido que la banda suele brindarnos en acústico (plasmado en alguna que otra grabación), con unos cambios de ritmo seguidos al dedillo por la base rítmica. Así, desde el comienzo irreconocible de «Catenaggio» u otras versiones de sus obras mas recientes y bailables como «Love Athletic» o «Teletransport Please « sonaban entre el silencio mas grande como verdaderas piezas nuevas. Por contra, otras canciones mas fieles a las originales (también de «We Push You Pull») sonaban limpias y desnudas como recién compuestas: hablamos de «First Girl I Kissed Is Dead» o por ejemplo «Dance She Came».

La banda estaba pletórica, con muy buen humor entre canción y canción, y con cierto toque de ganas a pesar de estar sentaditos. Así, los momentos mas memorables hay que inevitablemente viajar a lo poco que nos brindaron de material algo más lejano, aunque nunca se marchó más allá del «Rock For Food», pero sin menospreciar a «Spin In The Rye» por el camino. Dentro del comienzo de la actuación tuvimos una «This Living Kills» medio blues, para enmarcar; un final con «You’ve Got A Long Run» (cuando uno oye la emotividad que pululaba de entre el sudor de nuestras frentes mientras sonaba esta versión casi-perfecta, sabía que estos catalanes juegan otra liga) y un final de set de un tema algo olvidado en su repertorio: «Rock For Food».

El primer bis, con «Hotel España», llegó tras un momento bastante cómico: Eric se lanza a cantarse algo más punk, pero Joan Colomo se lanza a decir que «deje de cantar eso que no se sabe nadie. Vamos a cantar la de Paulina, que nos la sabemos todos». Evidentemente, el Costello entero se lanzó a cantar eso de «Ni una sola palabra. Ni besos ni miradas…». La cosa no quedó ahí, por que Eric contrarrestó con el nuevo single de Shakira… Por fortuna, la cosa quedó como anécdota y en seguida tuvimos el placer de disfrutar de una emocionante e intrépida «Safe And Sound», que sonó completamente en el polo opuesto a su sonido en eléctrico y de un colofón flamenco-rumbero con «Hotel España».

Como decimos, juegan otra liga, pero la pega principal que les tenemos que poner es que se dejaron en el tintero otros temas mucho más precisos para esto: «Glowbug», «Prayers For Time» y, sobre todo, «The Loveless Curse» hubieran sido lo justo… y «Teenage Kicks», claro. Pero, con lo que tuvimos nos vale para decir que The Unfinished Sympathy en eléctrico o en «sesión especial-acústica» son de lo mejor que uno puede disfrutar un sábado por la noche.

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26 de mayo de 2007