Ver cuatro veces en un año a una de tus bandas preferidas es sin duda un sueño cumplido. Pero no lo es tanto cuando la última de ellas es exactamente igual que la primera y escasamente distinta en los demás casos.
Tool de nuevo por aquí, a precios desorbitados, con polémica cancelación en Barcelona, polémico cambio de recinto y un recinto lamentable en sí mismo. Todo ello lo suplieron a ultima hora con un gran fichaje para la gira: llevarse a todo unos Mastodon de teloneros. Pero lo que vimos en Madrid bien eran Mastodon o bien cualquier otro, ya que presenciamos un aburridísimo concierto, corto, con un sonido pésimo (aunque más bien no había ni sonido) y con el único aliciente de verles (literalmente) tocar a estos monstruos. Para colmo, ellos tampoco andaban por la labor y se repasaron entero su ultimo disco y ni siquiera se dignaron a asomar un «Iron Tusk» o un «Blood & Thunder» para animar al personal. De entre el ruido intuimos canciones como «Wolf Is Loose», «Crystal Skull» o «Megalodon». Decepción mayúscula, esperemos que vuelvan pronto. ¡Esto no puede quedar así!
La Cubierta volvía a hacer estragos en nuestros oídos y todo nos hacía presagiar lo peor. Tool salió a escena bastante puntuales, sin ninguna sorpresa en su montaje aparentemente. Sonó «Stinkfist» con un sonido realmente malo y entre vítores pasaron a la extraordinaria «The Pot», única novedad del set respecto a sus dos actuaciones en mayo. Hasta ahí nos quedaban esperanzas, pero en seguida vino «46 & 2», «Jambi» y «Schism» para que nos hicieran llegar una enorme sensación de «deja-vu».
Sí, habían venido para volver a hacer el mismo show y sin haberse trabajado ninguna novedad. Parecía difícil que no hubiera alguna novedad del estilo de «10,000 Days» y «Wings For Marie» como en su gira norteamericana, o un «Opiate» como a finales de la gira europea de verano. Pero no, prefirieron molestarse únicamente en mostrar a mitad de concierto un enorme cuado de Alex Grey y ya en las tres últimas canciones sacar unos lasers verdaderamente impresionantes, pero que nos salieron algo caros para una entrada de 40 euros.
Aprobados y por qué el show en si sigue siendo grande, pero desde luego que ni el set list ni un sonido tan malo ni los aires de grandeza y prepotencia que demostraron van a ayudar a que Tool sigan siendo una banda impactante en directo. Para colmo, Maynard amenazó con volver en verano… Esperemos que no nos vuelvan a timar.