Super Skunk regresaron por sorpresa el pasado mes de mayo aprovechando el 15 aniversario del garito que les vio nacer y crecer, el madrileño Barracudas Rock Bar. La cosa funcionó tan bien de público y de estado de forma de la banda que se han animado a hacer otro par de conciertos para despedir el año. Nos perdimos los de mayo pero no haríamos lo propio con los dos previos a Noche Buena.
El concierto comenzó a una inusual hora (en torno a las 23:45) y quizás eso hizo que tratándose de un viernes a la gente le motivase mucho más el pogo que el vivir el momento. Al menos, en cuanto aparecieron los actuales miembros de la banda e hicieron sonar «Enchufa el Patch» la gente se desató.
Conviene primero hablar de los miembros uno por uno, porque hay cosas que inevitablemente han cambiado en esta banda madrileña. Por un lado, Rodrigo y Javi Gómez no habían cambiado demasiado el patrón de Super Skunk con sus proyectos de Zia y Sweet Vandals, pero ciertamente la cosa ha cambiado mucho el espectro musical de Javier Rojas ahora que en su haber cuenta con haberle ido bien con El Tío Calambres y ser el bajista de Mama Ladilla desde hace unos años. Para cerrar el cuarteto se volvió a contar con un nuevo guitarrista, Quique Fuentes, que a pesar de las dudas previas revisitó a la perfección los riffs de David Obelleiro, que por otro lado estaba entre el público aprobando cada guitarrazo.
Dicho todo esto vimos una banda muy contenta, como cuando te reencuentras con tus amigos del colegio y en 5 minutos te sientes tan cómodo como siempre. A ellos de hecho les costó menos, porque a parte del tema con el que abrieron en seguida se sacaron de la manda un «Luz» que retumbo en Barracudas como si estuviéramos en pleno 2001. De hecho, retumbó tanto que la guitarra de Quique fue de lo más molesto del concierto en cuanto a volumen, incluso tapando un poco las enormes labores de slap de bajo de Javi.
Fueron cayendo temas de todos los colores, desde las más introspectivas («Dragón»), las más bonitas («Dos», una letra imperecedera) a las más metaleras («Fugaz»), pero quizás fue con los temas más funk en los que los vimos más sueltos. Por ejemplo, enorme versión de «Sea Como Sea» con un intermedio del «Light My Fire» de The Doors, así como un final de jaleo constante en las primeras filas con la positivista «Nadie Como Tú».
Tras casi una hora y quince minutos de concierto decidieron hacer el bis sin siquiera bajarse del escenario. Para ello se encaramó Javi a la guitarra y, sólo ayudado por la voz de Rodrigo, se marcaron una buena dupla con «Sube, Sube» y una «Algo Diferente» cantada al 90% por el público. La antesala perfecta a un cierre de lo más gamberro con «HP», como mandan los cánones.
Solamente nos queda desear que, en vista del buen estado de forma, se animen a intentar crear cosas nuevas o, al menos, a hacer alguna minigira de mera celebración con semejante estado de forma.