La séptima edición del festival Móstoles A Todo Jazz arrancaba la jornada del trece de junio con el blues del guitarrista de Mauritania Amar Sundy y su banda ante una concurrida plaza adyacente al afeado Teatro del Bosque. Uno leía de una manera grandilocuente artículos previos sobre el festival y ciertamente se decepciona cuando ve un escenario minúsculo con una sonorización algo floja, pero aún así los músicos cumplieron de sobra.
Un show puramente blues, sin tapujos, fue lo que nos brindaron este quinteto de dos guitarras, bajo, batería y teclados. Esto puede tornarse en negativo cuando el concierto se alarga y cae en las típicas repeticiones de un género que no siempre ha sabido renovarse, pero Amar y su banda llevaron a cabo una ejecución suelta y alegre que encajaba perfectamente con el aire curioso de un público que de media no era seguidor del género.
Amar Sundy lleva consigo el mérito de adaptarse a un género ajeno a su Sahara natal (dedico un par de temas al pueblo sahariano), aunque sin llegar a experimentar todo lo bien que lo hace el gran Tinariwen. Es cierto que como guitarrista virtuoso, ayudado por su colega Gaby, hicieron las delicias de todo, pero quizás llamó mucho más la atención la sección rítmica.
Por tanto, una propuesta continuista de blues desértico, pero bien ejecutada que hizo pasar una tarde de buena música lejos de la capital. Al menos el «Ain´t No Sunshine» de Bill Withers fue algo muy bonito de observar.